jueves, 4 de octubre de 2018

MUNDIAL DE MÁLAGA, UN SUEÑO MÁS CUMPLIDO

En diciembre de 2015, cuando acudí a Málaga a correr su maratón, vi, en la feria del corredor, un cartel en el que anunciaba que en 2018, se celebrarían allí los Campeonatos del Mundo de atletismo en categoría veteranos.
Aquello me ilusionó e hizo que al año siguiente me sacara ya la ficha federativa nacional, con el único sueño y objetivo de poder participar en este campeonato.
Entre medias, aproveché y participé en el Campeonato de España de media maratón, en Granollers en 2017 y en el Campeonato de Europa en Alicante, en mayo del 18.
Pero,  me faltaba culminar con este mundial, que teníamos la suerte de que se disputara en nuestro país..
Tras disputar el de Alicante en mayo, y trotando un día por el canal, con mis compañeros de la "vieja guardia", Manolo y Fernando, me quedé "clavado" por culpa de un desgarro en el soleo de la pierna derecha.
Tuve que parar totalmente más de un mes y aquello hizo saltar todas mis "alarmas" de cara a Málaga.
Cuando pude ir recuperando y no sentía molestias, comencé a simultanear bicicleta y carrera a pie de forma gradual para no perder mucho la "forma", incrementando poco a poco conforme se iba acercando el mes de septiembre.
La inscripción estaba hecha, el AVE y el hotel reservado y las ganas intactas, pero cuando uno ve las "orejas al lobo" tan cerca no puede menos que estar un poco acongojado y desconfiado.
Quince días antes de la cita. me inscribí al 10K de Binéfar para ver cómo respondía todo el cuerpo, dándome un poquito de "cera",en una prueba competitiva.
A pesar de esa escasa inactividad del verano y del sinuoso circuito lo completé en 41'16", catorce segundos peor que el año anterior pero con buenas sensaciones y sin molestias, que era lo más importante.
Esos quince días previos a la prueba, y a pesar de turnos y las fiestas locales, que siempre "alteran" los ritmos de vida,  seguí saliendo a correr con regularidad y sólo cruzaba los dedos para que no apareciese, de nuevo, la molestia.
Llegó, por fin, el sábado 15 de septiembre, y desde la estación del AVE de Lérida partí junto a Nuria Sierra y familia hacia tierras malagueñas.
Tras cinco entretenidas horas de viaje, llegamos a la estación María Zambrano.
Nada más pisar "tierra" y salir de la estación sentimos esa sensación de humedad bastante axfisiante que ya nos habían dicho otros compañeros que llevaban allí algún día mas.
Separamos nuestros caminos y yo, me fui hacia el Hotel Ibi que tenía cercano al Estadio de atletismo, lugar de la salida y llegada de la prueba de media maratón.
Cual fue mi sorpresa que, mientras estaba haciendo la recepción en el mismo, me encontré con la récord de España de maratón, Ana Isabel Alonso y su hija Elia, con la que ya había hablado días antes y a la que había "tentado" para venir a nuestro medio maratón el pasado año 2017, y a este del 2018 (esta vez cuajó).
Sabiendo de mi condición física actual y, sobretodo, de mis "miedos" a romperme de nuevo. me ofrecí a que, si quería, la acompañaría en carrera, algo que aceptó de muy buen agrado.
El sábado por la tarde aproveché para ver diversas pruebas en el estadio y descansar un poco.
Domingo 16, seis de la mañana, suena el despertador y bajo a la cafetería a desayunar junta a Ana Isabel y su hija.
He descansado bien y tengo en el estómago una emoción que hacía tiempo que no sentía.
Volver a competir con los colores de la selección española y con la motivación de intentar acompañar a una de las mejores atletas españolas de la historia pues eso...me había insuflado un poco de vida.
La temperatura exterior a las siete de la mañana es excepcional...se puede estar tranquilamente en manga corta y eso, hace presagiar que horas después pasaremos calor.
Una vez cambiados nos dirigimos hacia el estadio donde vamos a coincidir con el resto de expedición de oscenses que vamos a participar en este mundial.(Nuria, Mónica, José Manuel y Marí Angeles).
Se acercan las nueve de la mañana, y corredores de todos los países del mundo nos vamos concentrando tras el arco de salida.
Para un "popular" como yo, resulta emocionante verse ahí metido, nada que ver con otras medias más "al uso".
Esto no es que sea nada excepcional, soy plenamente consciente de que por mis marcas jamás podría haber aspirado a algo así, si la clasificación fuera por tiempos, pero no ha sido el caso y quiero disfrutar y aprovechar de la experiencia.
Hemos hablado con Ana Isabel de intentar salir a ritmo de 4'30"/kilómetro y poco a poco iremos viendo en qué situación de carrera nos encontramos.
El circuito consta de una vuelta de algo más de un kilómetro alrededor del estadio de atletismo y dos largas de unos diez kilómetros.
A las nueve en punto se da la salida, y como ya pasó en Alicante, la gente "vuela" de salida...esto es otro nivel.
Yo, me pongo a la par de Ana y empiezo el "trabajo" de control y marca, que ya he hecho en otras ocasiones.
El paso por el primer kilómetro lo hacemos en 4'22"...
Es demasiado rápido para lo que queríamos ir y por tanto, no nos queda otra que "levantar" el pie.
Ha salido un día radiante, pero muy caluroso y con una humedad tremenda.
Si trotando antes de la salida por las cercanías del estadio ya sudaba y tuve que beber en repetidas ocasiones, no quiero ni pensar en lo pasará más tarde en carrera.
Pasamos el kilómetro cinco en 22'39" , tiempo total.
Yo, en los múltiples giros que hay en la carrera intento ir "escudriñando" cuantas corredoras W55 hay por delante nuestro para saber en qué posición va Ana Isabel.
Localizo, una americana, otra austríaca, una alemana y una francesa.....de momento, que yo haya podido ver ninguna más, por tanto, ella sería, quinta del mundo y primera española de su categoría, no esta mal.
El paso por el kilómetro diez, llegando casi al estadio lo hacemos en 45'56" , un minuto y diecisiete segundos peor que el primer "cinco mil".
Yo, me estoy encontrando bastante cómodo y me anima saber que podría ir más rápido, aunque no tengo el menor interés de hacerlo.
Para mí, para mi "curriculum" personal, tener el lujo de ir con Ana Isabel vale mucho más que cualquier posible marca que intentara "atacar".
Llegamos al quince, (1h 10' 15"), seguimos perdiendo tiempo parcial respecto a kilómetros anteriores pero es que, el calor, está haciendo mucha mella en todos.
Hemos ido adelantando a correrdor@s andando, algunos estirando en los bordillos de la calle, otr@s sentados en la acera buscando alguna sombra...y nosotros "chino, chano", vamos aguantando.
La temperatura no es que sea excesivamente alta pero, la sensación de calor y "ahogo" sí lo es.
De ahí que no dejemos ningún avituallamiento sin coger agua.
Estamos llegando ya, por última vez, a la inmediaciones del estadio, kilómetro 19.
Un par más y me habré ganado esa condición de mundialista que tanta ilusión me hace y que llevaba en mi cabeza desde hacía casi tres años.
Pasamos el arco de salida por tercera vez y llegamos al kilómetro 20 (1h 33'50").
Ana me pregunta en varias ocasiones si viene alguna otra corredora de su categoría por detrás.
Yo, miro, e intento agudizar la vista para ver, en los dorsales, la categoría que ponen, y le digo que no.
Quedan ochocientos metros para entrar al estadio y correr por el "sintético" azul esos últimos trescientos metros.
Entramos por la puerta de maratón del estadio Ciudad de Málaga y encaramos esa última ,"casi" vuelta entera a la cuerda de la pista para atravesar, en mi caso particular, mi 127ª linea de meta de media maratón en un tiempo de 1h 41' 27".
El tiempo era lo de menos puesto que, como decía al principio, dos meses antes estaba "roto" y cojeando y veía tambalearse ese deseo de participar por primera, y creo, que única vez en mi vida, en un mundial de atletismo.
Lo mejor, vivir esa experiencia enorme, para mí, haber coincidido con José Manuel, Nuria y Mónica y haber tenido el honor de acompañar a Ana Isabel Alonso , finalmente, 6ª del mundo , 1ª española y Campeonas del mundo por selecciones en categoría W55. Un orgullo enorme que ahí quedará para mi "historia".

"Eres lo que haces, no lo que dices que harás"





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