lunes, 18 de noviembre de 2019

EN HUESCA, CAYÓ LA 132, LA MEDIA MARATÓN "MÁS LARGA"

Cuando uno se inscribe a una prueba como la media maratón en la que en su reglamento indica que está homologada por la RFEA, da por hecho que lo que va a correr serán 21097 metros.
Ese "sello" de prueba homologada podríamos decir que es, como un "márchamo" de calidad, que garantiza la seriedad y rigor de quien la organiza y por ello, los corredores, principalmente, aquellos que van tras una marca o mínima determinada, apuestan por ella.
La XI edición de la media maratón de Huesca no fue así.
A las ocho y media de la mañana, con una temperatura fresca, pero con sol, salimos, con Ventura hacia Huesca, para llegar a las inmediaciones del estadio del Alcoraz en poco más de media hora.
Allí, permanecía el sol, pero soplaba un aire de lo más helador.
Tras recoger el dorsal, nos reunimos con Paco, Brahim y Ernesto para irnos a tomar un café a la cafetería del estadio de fútbol.
Se va aproximando la hora de la salida y vamos al coche a cambiarnos, aunque no apetece nada ponerse de corto.
Esta vez he optado por camiseta interior de manga corta bajo la oficial de tirantes del club.
Salimos a trotar un poco por el aparcamiento y procedemos a la agrupación con el resto de corredores del Club y de Barbastro, Alejandro, Nico, Dani....
Comentamos entre todos la idea que llevamos y yo, como hice en Barbastro, y sabiendo de mis limitaciones físicas actuales, decido hacer la prueba con Dani.
Nos situamos ya, en la zona de salida y allí, el "calor humano" hace que uno se sienta uno un poco más a gustito.
La salida se demora unos minutos más, por motivos de seguridad y, pasadas las diez de la mañana arrancamos.
Tomamos la dirección hacia el Camino Cocorón y las Calles Ingeniero Pano, Encarnación ....para dirigirnos hacia el centro de Hueca, y más concretamente, a la Plaza de Navarra.
Una vez pasados los primeros kilómetros, hemos formado un buen "tridente" junto a Paco y Dani.
Si bien es cierto que el primer kilómetro se nos ha ido el ritmo, un poco de "madre", fruto siempre de la "excitación" de esos primeros metros de carrera, poco a poco lo vamos centrando y acondicionando a lo que realmente queremos hacer.
Al igual que quise hacer, e hice, en la Media Maratón de Barbastro, quiero limitar mi carrera a hablar, disfrutar y sufrir lo menos posible junto a mis compañeros, y puedo aseverar que, así lo estoy haciendo.
El callejeo por las principales calles del centro de Huesca (Ramón y Cajal, Coso Bajo, Ronda Montearagón, Coso Bajo y Coso Alto) es realmente desolador y decepcionante, por la escasísima presencia de público a los lados de las calles, lo que nos hace sentir como si estuviéramos haciendo un entrenamiento normal pero con dorsal.
Pasando junto a la Plaza de Toros se nos une Ventura, que está realizando la prueba del "cuarto de maratón" y juntos nos dirigimos, de nuevo, hacia la zona de salida/meta para completar, él, su carrera, y nosotros la primera vuelta de la media maratón.
Llegando de nuevo a la zona del Alcoraz, nos toca iniciar una "gymkana" de giros y "regiros", en el aparcamiento, que llegan a desesperar, todo ello, antes de pasar el arco de meta de la primera vuelta.
Mi reloj marca, ahí, los once kilómetros y mi reloj un tiempo parcial de 53'58".
Algo me descuadra, ya que, el cuarto de maratón son 10250 metros y los que han hecho esa distancia, han recorrido 11000, pero, pienso, "iluso" de mí, que lo que realmente está homologado es la distancia de la media maratón y lo han hecho así para que cuando llegue la segunda vuelta, se entre directamente a meta sin tener que hacer todo ese laberinto de "calles" y cintas que nos ha tocado padecer en esta primera vuelta.
Iniciamos pues, ya, la segunda vuelta al desértico circuito.
He de decir que, a pesar, de lo poco que, actualmente puedo ir saliendo a correr, me estoy encontrando muy bien y los kilómetros se me están pasando volando, llegando hasta el quince apenas sin enterarme.
En ese punto y tras hacer un giro de 180º en la Ronda Montearagón, en el avituallamento,  cojo un botellín de agua y un trozo de naranja, que como con avidez.
Estaba sintiendo desde hacía un rato un vacío en el estómago que me estaba empezando a preocupar y es que....correr una prueba de esta distancia con sólo dos cafés "en vena" no es lo más recomendable.
Merced al paso de los kilómetros, el grupo se ha quedado en cuatro corredores:Dani, Paco, un chico de Zaragoza y un servidor.
Aunque haciendo la "goma" Paco va aguantando.

Hacen ya, bastantes kilómetros que los puntos kilométricos no coinciden con la distancia real que llevamos, y, por nuestros relojes, se superan, con creces, los 500 metros.
Nos podemos hacer una idea de este descuadre cuando, finalizando el Coso Alto nos indican que nos dirijamos hacia la izquierda, dirección San Juan Bosco, en lugar de ir hasta la rotonda de las Miguelas, hacia la derecha, hacia donde nos indicaron en la primera vuelta.
Con posterioridad a la prueba, la propia organización reconocería que se había tratado de un grave error de marcaje y señalización de la prueba.
Regresamos por la Avenida Monreal hacia los Porches de Galicia y Plaza Navarra, para subir por la calle del Parque y girar a la izquierda, hacia la calle San Jorge, a la altura del Hotel Pedro I.
Ahí pasamos al lado del antiguo, mítico y vetusto pabellón polideportivo de Huesca, aquel conocido como la "caja de cerillas", antes de cruzar la Avenida Juan XXIII y buscar los "supuestos" dos últimos kilómetros hacia meta.
Paco se ha descolgado ligeramente del grupo y a mí, ya me está costando aguantar el ritmo.
Aquellas conversaciones fluidas que llevaba kilómetros atrás, han pasado al silencio más absoluto, por mi parte.
Giramos a la derecha y comienza el repecho previo que nos va a llevar hacia la zona del Alcoraz.
Dani y el otro corredor que nos acompaña me conminan a que les siga, y pese a que les digo en repetidas ocasiones que tiren para adelante, tienen la deferencia de esperarme e incluso "llevarme" tras ellos en el tramo de subida.
Una vez "coronado" ese tramo en pendiente, iniciamos la bajada hacia los supuestos últimos 1100 metros de carrera que se van a convertir en unos cuantos más.
Llegamos hasta el estadio de la S.D.Huesca y para nuestra sorpresa, vemos que debemos volver a realizar todo ese laberinto de giros en el aparcamiento antes de alcanzar la línea de llegada.
Durante todo ese "zigzageo" tengo tiempo de quedarme, de volverme a unir, de volverme a quedar......está siendo un auténtico despropósito de circuito y mis fuerzas se están acabando.
Miro mi reloj cuando intuyo que ya tendríamos que haber acabado la carrera y veo que el tiempo sería de 1h 42' (aprox), algo con lo que yo, ya me daba por más que satisfecho pero....aquello parece no acabar nunca y seguimos dando vueltas sin sentido por el aparcamiento deseando que aquello, de una vez por todas, tenga una salida hacia la recta de meta.
Por fin, "medio mareados", vemos la luz.
Salimos de ese atolladero y encaramos los tres, junto a la compañía de los hijos de Dani, la recta de llegada.
Cruzo la meta de mi 132ª media maratón (y un poco, bastante más), con un tiempo de 1h 44'12"...
Mi GPS marcó una distancia final de 21620 metros , es decir, medio kilómetro más de lo que debía ser y por tanto, esos dos minutos por encima de la marca real que debería haber sido.
Estos detalles, por mi "ligera" experiencia, hay que tratar de cuidarlos al detalle porque sino, una prueba pierde toda la seriedad y credibilidad.
Esperemos hayan sabido tomar nota de los errores, y que no se vuelvan a repetir en futuras ediciones.
En lo que a estos "cuatro huesos" respecta, de momento, me sigo manteniendo vivo y con ganas de continuar y espero, a no mucho tardar, poder volver a vestirme de corto para continuar con este "idilio" mío con la distancia del medio maratón.
Sería un bonito objetivo poder llegar a las 200....
Recuerda....."sueña, lucha, consigue".

"Perder la ilusión también es perderse a uno mismo"