martes, 17 de enero de 2017

PARA EMPEZAR AÑO, OTRO "SUB 90" EN LA 112ª

Por cuarta vez en mi "vida deportiva" arrancaba mi año atlético corriendo la media maratón de Sitges.
Una media muy llana y que te asegura casi a un 90% una climatología mucho más benigna de la que tenemos en estas fechas por nuestro Somontano y esto es algo que se agradece y mucho.
No bajaba con mucha motivación mental ni con las mejores sensaciones físicas posibles, pero, el hecho de poder compartir fin de semana con otros amigos del Club y correr y evadirme un poco me parecía más atractivo que quedarme en casa "viendo la vida pasar".
El domingo a las nueve y cuarto de la mañana hicimos los "Barbastro´s"  la, ya tradicional quedada para el café en el Sports bar de Sitges, bar dedicado íntegramente al deporte y que está frente a la zona de salida y meta.
Allí nos reunimos la expedición deportiva que compartí con Miguel Moreno, Fernando Latorre, Miguel Angel Barfaluy, Pepe Cubelos y el incombustible y cada vez más admirado, para mí, José María Chéliz.
El día ha salido excepcional, unos 10º, sol en todo lo alto y un poquito de aire, que sino va a más, no influirá en el rendimiento de cada uno.
Visto el día y la temperatura decido ir de corto, medias compresoras, tirantes y manguitos.
Una vez cambiados y hecha la foto nos vamos hacia la zona de salida.
Miguel y Fernando se van hacia adelante (están mucho más fuertes), yo me quedo un poco más atrás...prefiero ir a mi ritmo...sin más presión.
A las diez en punto se da la salida y arrancamos durante casi dos kilómetros por el Paseo Marítimo, pegados al mar.
Somos casi dos mil corredores y ese paseo se hace estrecho con tanta gente, así que hay que extremar las precauciones para evitar enganchones y caídas.
A la altura del Hotel Terramar, salimos del Paseo y pisamos asfalto.
El grupo se estira, y esto permite correr con más fluidez.
Estos primeros kilómetros me salen a una media de 4'07", algo que está muy bien, y que, sinceramente no me esperaba.
Pese, a que no creo que ese sea un ritmo que pueda aguantar, pienso que todo lo que pueda "adelantar" ahora me servirá de colchón para, cuando más adelante, me vengan mal dadas.
Llego al kilómetro cinco en el Paseo del Doctor Gaietá y lo paso en 20'44".
Salimos del callejeo por Sitges para dirigirnos a través del Camino de Miralpeix a subir el puente que está sobre el campo de golf.
Quizás, ese es el tramo más duro de la carrera, aunque bien es cierto que es mucho más corto que otras subidas que recuerdo de otras ediciones de esta misma carrera.
Mientras me dirijo hacia el giro de 180º ubicado un poco más adelante del punto kilométrico número siete, nos cruzamos a la cabeza de carrera donde veo a Miguel que va como un tiro entre los 50 primeros y un poco más atrás a mi tocayo estadillano que ha salido con el guía que marca los 4'/km.
De momento, me voy encontrando bastante bien y las molestias del cuerpo están, parece, "hibernando".
Mientras vamos de regreso al centro, en la Avenida de Nuestra Señora de Viñet, veo más adelante una camiseta del club a la que me estoy aproximando bastante rápido.
Veo que es Fernando que ha bajado considerablemente el ritmo y me temo que este acercamiento tan rápido por mi parte no es por "mérito" mío, sino porque algo no va bien en él.
Al llegar a su altura le pregunto, y me dice que le ha dado un pinchazo en el gemelo y que al paso por meta se retira.
¡Qué mala suerte!, porque física y moralmente está fortísimo para haber podido realizar una marca excepcional y bajar lo que hizo hace un mes en Tarragona.
Tras quedarme unos metros con él y poder ver y chocar la mano a mi nena que está entre el público, arranco de nuevo.
Fernando tuvo que tomar la decisión más dura, pero seguro que la más coherente, y estoy seguro que en veinte días, en Granollers, volverá a "volar".
Ahora entramos en un tramo de poco más de un kilómetro por dentro de las estrechas calles de Sitges.
La verdad es que, rodar por esas calles es una gozada y sobretodo cuando iniciamos una agradecida bajada hacia el Paseo Marítimo con la espectacular visión del mar y el sol de frente formando claroscuros en las paredes y en el firme de la calzada.
Una vez finalizada la bajada, giro a la derecha y llego de nuevo al Paseo de la Ribera y con él al ecuador de la carrera.
Paso por el punto kilómetro 10.
Miro el reloj y veo que es en 41' 28"...¡uf!, está "demasiado" bien para lo que yo me esperaba y confiaba de estos "cuatro huesos".
Giro la manzana alrededor del Hotel Calípolis y entramos de nuevo al Paseo Marítimo para iniciar la segunda vuelta.
Justo antes de acceder al paseo, con otro corredor debemos casi parar en seco porque tienen que dar paso a una UVI móvil que lleva las luces y sirenas en marcha indicando que pasa algo serio.
Freno y me intento desviar de su trayecto, pero... el otro corredor con el que voy en ese momento, bracea, grita y protesta....yo no....
Estoy seguro que quien fuera dentro de esa ambulancia o a quien fuera a recoger, esos pocos segundos fueron mucho más importantes que para nosotros...
Sólo hay que tener un poco de coherencia, corazón y sentido común cuando se hacen o se dicen las cosas, ahí es donde se encuentra el equilibrio.
Al girar a la derecha y entrar al Paseo oigo desde el público gritos de ánimo con mi nombre.
Busco con la mirada y veo que es Mon, que ha venido a correr con su grupo de Barcelona el 10K.
Me da un subidón de moral enorme ese momento, ya que , no esperaba verla allí.
Además una vez que finalizó la carrera, me encontré en mi móvil un "book" amplísimo de fotos que me hizo, así que, por partida doble...¡GRACIAS!.
Inicio ya la segunda vuelta.
Un circuito a dos vueltas tienen sus pros y sus contras.
Entre los pros , en esta concretamente, está el que durante varios kilómetros estamos muy acompañados por el público ya que, sin casi moverse de un punto, pueden ver el paso de la carrera hasta en cinco ocasiones diferentes y eso facilita las cosas para ellos y motiva a los corredores.
Y en contra que, psicológicamente el saber, una vez acabada la primera vuelta, lo que te queda por delante puede desmoralizar a cualquiera...y si estás justito de fuerzas, más todavía.
Ahora, con la carrera totalmente estirada y el paseo prácticamente "limpio" de corredores, he decidido bajar un poco el ritmo y disfrutar del paisaje que tengo a mi izquierda.
Como hace un mes en Tarragona, esos instantes corriendo al lado del mar, viendo esa inmensidad y escuchando el chasquido de las olas, me dan un poco de paz y relajación mental.
Respiro hondo y por un momento,por unos segundos, consigo evadirme de este mundo de locos y casi , muchas veces de "ciencia ficción".
Salgo del Paseo, dejando atrás esa "fugaz paz" y vuelvo a la realidad de la propia carrera.
Iba bien hasta que al llegar al kilómetro trece, me viene a "visitar" la molestia en la pierna izquierda....¡qué oportuna, joder!".
Bajo ritmo e intento no perder los nervios.
Esos kilómetros me voy a ritmos de 4'16/4'17" para ver si la molestia remite y me vuelve a dejar correr con cierta normalidad.
Poco a poco se va diluyendo, pero siento que no voy a poder rodar tan "alegre" como lo venía haciendo hasta ahora.
Llego al 15 en 1h 02' 32".Los tiempos de paso y lo que queda por delante me indican que puedo estar rozando esa barrera tan importante para mí, como es la de bajar de los 90', pero...quiero ser prudente, constante y regular, como intento ser siempre en todo lo que hago.
En el 16 volvemos a subir el repecho del puente sobre el campo de Golf y en la bajada posterior siento que voy un poquito mejor.
Al llegar al 17 decido tomarme un Gel Biofrutal Sprint, siguiendo los consejos del buen amigo Marcos, a ver si me inyecta un poquito de energía.
De nuevo llego al giro de 180º que hago casi en parado, por miedo a que un mal gesto haga que me "rompa" muscularmente.
Una vez pasado, arranco para ir en busca del kilómetro dieciocho.
Pese a todo, estoy manteniéndome en esos ritmos lo que hace que mis "cuentas mentales" me salgan favorables para lograr una marca más que digna....para mí, claro está.
Paso por otra rotonda, otro repecho y comenzamos la bajada justo al lado del Restaurante La Masía, excelente lugar donde más tarde iríamos a comer toda la expedición.
Ahora sí que estoy intentando echar el poquito resto que me queda dentro para lograr acercarme al objetivo.
Llego al 19 y veo que lo paso en 4'14"....si no me hundo o me pasa algo creo que voy a poder hacer esos sub 90' que siempre me traen de cabeza.
Poco antes de llegar, de nuevo al centro, escucho los ánimos de Fernando y Blanca desde las aceras.
Apenas les puedo hacer un gesto con la cabeza porque voy casi al límite.
Entro ya en las estrechas calles del centro, aprieto los dientes y las piernas en un último repecho e intento alargar lo máximo posible zancada en la bajada antes de hacer esos últimos metros.
Una vez, de nuevo en el Paseo de la Ribera sé que me quedan menos de mil metros para llegar a meta.
Bordeo de nuevo todo el edificio del Hotel de la organización y ahora ya sí, giro a la derecha para pisar arena y encarar esos últimos doscientos metros hasta la meta.
Miro el reloj y veo que sí que voy a volver a bajar de los 90', así que intento exprimirme un poquito más.
Aprieto todo lo que puedo , hasta el momento en el que en el lado izquierdo, y a este lado de las vallas veo a mi nena esperándome para entrar juntos.
Ahí ya sí, se "para mi mundo", me relajo, le hago un gesto para que venga y juntos de la mano entramos, una vez más, en meta.
Ella me ilumina la cara, me llena el corazón y me inyecta esa fuerza moral necesaria cuando uno tiene el depósito mental casi en la reserva.
Muchas veces sueño con, un día, correr y acabar una media maratón juntos, y que sea entonces ella, la que coja la mano de su padre para ayudarle a entrar en meta.
Soñar es gratis y de momento ,ahí, nadie me puede quitar la ilusión y la esperanza.
Finalizo mi 112ª media maratón, en el puesto 254º de más de 1700 llegados (esto es sólo un dato sin más) con un tiempo de 1h 29' 17" , a una media de 4'14" por kilómetro...más que suficiente para mi.
Ahora tocará recuperar de una manera u otra estos "cascados" cuerpo y mente e intentaré preparar lo mejor posible, el primer Campeonato de España de Media Maratón que haré en mi vida, y que será (D.m.) en Granollers el primer domingo de febrero.
Como todo en esta vida, lo intentaré hacer lo mejor posible, dentro de mis humildes posibilidades.

"No hay atajos para llegar a los lugares que realmente merecen la pena"