miércoles, 27 de septiembre de 2017

Y ES QUE....COMO EN CASA.....

Siempre digo que si yo empecé en "esto del correr" y me hice socio del Club Atletismo Barbastro allá por el año 2001 fue por nuestro Medio Maratón.
Podrá haber muchas carreras que me haga ilusión correr por todo el mundo, pero como la de casa....ninguna.
Me quiero ceñir a lo que fue mi carrera, sí, pero me siento en la obligación de reconocer y agradecer el denodado trabajo de mis compañeros de Junta y muchos soci@s y colaboradores que, con sus ideas y su trabajo han, creo, dignificado las bodas de plata de una prueba que es emblema del Club y de la ciudad.
No fue nada fácil sacarlo adelante, por la premura en el tiempo y problemas de lo más variado que nos hemos encontrado, pero creo que, viendo los resultados a "toro pasado", ya no de ese día sino de toda la semana, el/los resultados no pueden ser más que satisfactorios en todos los sentidos.
Dicho esto, me "meto en harina" para contar lo que supuso mi 17ª participación consecutiva en "mi medio maratón", por cierto, la primera vez que, a título personal, la disputé en versión matutina y la cuarta que coincide con el día de mi cumpleaños (gracias, una vez más a los amigos de Iter que me asignaron el dorsal con los años que cumplía...."chorradetas" de uno)
Debo decir que el sábado por la noche caí a las doce "redondo" en la cama y que hasta las seis que no sonó el despertador no me enteré de nada.
Tras revisar los últimos correos, ordenar mi famosa "carpeta negra" y tomarme un primer café, me voy hacia la zona de salida/meta donde ya han empezado a llegar mis compañeros a "vestir" toda la zona.
Gracias a Dios ha salido un fin de semana, climatológicamente, excepcional, así que por ese sentido no debo preocuparme lo más mínimo.
Desde las siete hasta las diez y media que empieza la carrera, mis piernas creo que ya acumulan seis kilómetros o más yendo y viniendo de un lado a otro, pero con la satisfacción de que todo, parece, se está desarrollando bien.
Tras la foto de grupo de l@s soci@s del Club, estrenando las flamante nuevas equipaciones de nuestro nuevo patrocinador, JULIÁN MAIRAL, nos dirigimos a la línea de salida a esperar el pistoletazo.
Pistoletazo que,por cierto, se tiene que demorar unos minutos por una pequeña descoordinación con los voluntarios de las calles centrales de Barbastro (cosa que me dejo anotado en mi cabeza para subsanar prioritariamente el próximo año).
Esta situación me pone al límite de tensión hasta que se consigue arreglar y se da la salida...
La primera "arrancada" es siempre súper emocionante... la bajada, los ánimos del público y de nuestro fantástico speaker Pepe,  y esa frescura inicial hace que se baje con una alegría desmedida.
Mi objetivo es intentar tirar de Raquel a ver si puede hacer un bonito puesto en la general, aunque, para mi sorpresa, he visto que ha venido a correr, una de las mejores maratonianas que ha tenido España, la serrablesa Maria José Pueyo...campeona de España de maratón y olímpica en Pekín 2008...casi ná.
El primer kilómetro, en el Paseo del Coso, lo pasamos en 3'54"...le digo que hay que regular en la subida de la Avenida de Navarra antes de iniciar la bajada del Silo, que sino lo pagaremos.
Lo hacemos, pero muy poquito, y el paso por el 2 en el pleno puente de Santa Fé , es en 4'01".
Ahora, ya se ha puesto a nuestro lado la bicicleta que acompaña a las féminas...en este caso el de la segunda clasificada.
Salimos a la carretera comarcal y siento que el ritmo no decrece, pero como estamos en los inicios lo voy aguantando bien.
La carrera ya está estirada y nos vamos cruzando a los primeros clasificados de la prueba de cinco kilómetros.
En la sombra de la carretera veo que tras de nosotros va una figura que no parece masculina....
Giro la cabeza y veo que viene ahí pegada, María José Pueyo.
Le digo a Raquel que afloje un poco, e incluso yo, me "abro" a la izquierda para dejarla pasar, pero ella se queda ahí a "rebufo".
Poco antes del avituallamiento del kilómetro cinco, en el cruce de las bodegas, yo me descuelgo...
Ese ritmo no es para mí, y sabiendo toda la "tralla" física y mental que llevo de toda la semana sé que si sigo intentando ir ahí, lo acabaré pagando.
Me dejo alcanzar por el grupo del globo de 1h30' (con el que debería haber salido de inicio), que nos lleva este año, Javier Yerno, primer vencedor de esta carrera, allá por el año 1993.
Javier fue uno de los invitados especiales de la carrera y fue todo un lujo y un detalle, para la carrera,  que  quisiera ser guía de los 90', y máxime, sabiendo que trabajaba de noches.
Hago por mantenerme en ese buen grupo unos kilómetros, hasta pasado Castillazuelo.
Pero poco a poco, siento que tampoco voy cómodo ahí y debo dejarme caer un poquito más.
Ha llegado el momento de "negociar" conmigo mismo y hacer la carrera por mi cuenta.
En la recta previa a llegar al punto intermedio en Pozán, nos cruzamos con la cabeza de carrera.
El poderío de los hermanos Puyuelo liderando la prueba es brutal, y sé que la victoria de cualquiera de los dos va a ser un lujo para el palmarés del Medio Maratón.
Tras el ,ya, tradicional saludo con Richi ("montador" oficial de carreras) entro a Pozán de Vero.
Me alcanza un corredor de Fraga al que tras conversar un poco le invito a que siga hacia adelante.
Una vez olvidada la posibilidad de ayudar a Raquel no quiero depender de nadie y necesito ir a mi "rollo".
La salida de Pozán siempre es emocionante, por la cantidad de público que hay, los ánimos, el avituallamiento, las naranjas y el inminente cruce con los corredores que, como un reguero siguen subiendo por la carretera.
No voy del todo fino, pero el hecho de cruzarme con tant@s corredor@s conocidos hace que me distraiga animándoles y así, poco a poco voy pasando los kilómetros.
Ahí me tomo un gel Biofrutal porque siento que empiezo a tener el estómago vacío....normal...desde las seis de la mañana sin nada en el cuerpo.
Llego a Castillazuelo, saludo a Loli a la entrada y suelto piernas y brazos en la bajada hacia los frontones.
El siguiente avituallamiento está situado en la plaza del pueblo y eso es garantía de que habrá público.
Lo que no me esperaba es, ser recibido con el "cumpleaños feliz", cantado a coro por tod@s l@s voluntari@s....
Os prometo que se me puso la carne de gallina....¡gracias!.
Saliendo de Castillazuelo, justo en el punto kilómetrico 14, y como si de una tradición se tratara, saludo a Joaquín Muzás, alcalde del pueblo, que siempre se encuentra en el mismo punto y que colabora al máximo con total discrección y nulo protagonismo....algo muy raro para los tiempos que corren.
Saliendo de nuevo a la carretera veo a Néstor (excepcional su trabajo) con el furgón que nos ha dejado nuestro patrocinador "Julián Mairal" al que le digo en broma que igual me puede adelantar un par de kilómetros que voy muy justo.
Voy mirando mi reloj y veo que los tiempos de paso por kilómetro salen a una media de 4'25/4'30", lo cual no está del todo mal y pueden significar una marca más que digna en meta.
Añadir leyenda
Me acerco, de nuevo, al cruce de las bodegas, kilómetro 16 y ahí me alcanza la cuarta mujer clasificada que me invita a que vaya con ella, pero siento que no tengo ni un cambio más en mis piernas, así que debo ver cómo se va a alejando de mi.
Ahora empieza la cuenta atrás, mis fuerzas están muy justas y he de ir con mucho "talento" para poder llegar a Barbastro, como digo siempre, dignamente.
A la salida de la curva tras el kilómetro dieciocho veo ya la torre de la Catedral y eso me reconforta y me hace pensar ya, en lo poquito que me queda.
Me alcanza y sobrepasa otro corredor, al que le advierto que regule que todavía queda la subida de Silo.
Llega el momento...salgo de la carretera y cruzo el Puente de Santa Fé.
Esto ya casi está....
En cuanto lo paso, bajo el ritmo, acorto el paso y comienzo este último "rejón" que nos tiene preparada la carrera....el Silo.
Poco a poco, sin mirar para arriba voy sumando metros, deseando llegar cuanto antes bajo el puente de las Capuchinas y cumplir ese ritual personal de presignarme tres veces al llegar allí,
Ahora ya está, comienzo la bajada por la Avenida de Navarra, kilómetro 20, y sólo pienso en volver a disfrutar de esos últimos mil metros por las calles de mi ciudad.
Me ajusto la gorra y me pongo las gafas sobre ella porque quiero volver a disfrutar de esos instantes....hoy he podido, el año que viene....Dios dirá.
Al momento ya empiezan los ánimos, las voces, las caras conocidas, hasta que giro hacia el Paseo del Coso y todo vuelve a ser más emocionante si cabe.
Sigo manteniendo el ritmo sin hacer ningún tipo de alarde puesto que sé que, algo así, podría ser contraproducente.
Finalizo General Ricardos con la esquina "del Cortés" donde siempre hay mucha gente.
Suben los aplausos y los ánimos.
Continúo por Corona de Aragón y giro a la izquierda para cumplir con los últimos doscientos metros hacia meta.
Me relajo y sólo quiero disfrutar del momento.
Aparece mi niña en la recta de meta...me da la mano y juntos, una vez más (creo que cada vez quedarán menos oportunidades) cruzamos la línea de meta.
A pesar del cansancio físico y mental y del tremendo estrés que genera organizar una prueba de estas características, finalizo mi 119ª media maratón en un tiempo de 1h 32' 50" ....mi tercera mejor marca realizada en Barbastro en las 17 participaciones que llevo....para flipar.
Tras la carrera, llega la atención a los medios, una ducha rápida, la entrega de premios y para finalizar la fiesta una paella popular con más de 250 personas que fue el cúlmen a una semana y a una edición sensacional.
Todo ello, con la compañía, durante todo el fin de semana de una leyenda del atletismo y del deporte
nacional como fue José Manuel Abascal, atento y super participativo en todas las actividades en las que estuvo presente, destacando sobre manera en la Milla Escolar del sábado en la que compartió labores de speaker con Fernando Abellán e hizo las delicias de todos...¡un grande!.
Ahora iré , poco a poco, volviendo a la calma, pero con la cabeza puesta en la próxima Maratón de Mallorca....que eso serán palabras mayores.
De momento, muy contento y orgulloso de haber podido sacar, junto a mis compañeros, una dignísima 25 edición del Medio Maratón Ruta Vino del Somontano...lo merecía la ciudad y el Club....doy fe.
"Si tus sueños son grandes, es porque tu capacidad de lograrlos también lo es"...será así.




LA 118ª EN LA CIUDAD DE LOS AMANTES

Hace un par de meses, yendo a Esplugas de Francolí, el compañero Miguel Ángel nos "recordó" que a principios de septiembre estaba la Media Maratón de Teruel.
No hizo falta mucha "meditación" por mi parte.
Mi calendario laboral me "decía" que tenía fiesta, me venía bien de cara a preparar la Maratón de Mallorca y bueno....para un "tarao" como yo, el hecho de que faltara en mi "palmares"...pues la hacía más atractiva.
Tampoco hizo falta mucha "presión" para convencer a Miguel Angel y a Enrique...así que, los tres marchamos el sábado por la tarde hasta la capital turolense a darnos una "vuelta" de 21 kilómetros.
Tras pernoctar en el Hostal Los Amantes de Teruel (muy propio por la ciudad en la que estamos aunque no por la compañía), nos levantamos a las siete de la mañana para desayunar y comenzar todo el ritual.
Tras nuestro café y croissant en la Plaza del Torico y recoger el dorsal allí mismo (por cierto, súper amables y atentos con nosotros por venir de "tan lejos" a correr), regresamos al Hostal a cambiarnos.
La mañana ha salido fresca (5º/6º) pero viendo la previsión de sol, decido no ponerme manguitos e ir sólo con la de tirantes.
Regresamos de nuevo, a la Plaza del Torico, y tras intercambiar libros propios con Emilio Sáez (que practica el descalzismo), nos situamos en la línea de salida.
No hay mucha aglomeración de gente...somos unos 140 para la Media Maratón y otros 200 para otra prueba de 7 kilómetros.
La carrera consta de tres vueltas de siete kilómetros y a priori pienso que puede ser un hándicap para mí.
No soy muy partidario de eso de dar vueltas pero....hay que adaptarse a lo que hay.
Nos metemos ya dentro del pelotón de salida, deseo suerte a mis compañeros, me presigno tres veces, y a las diez y media se da la salida desde la plaza más emblemática de Teruel.
Los primeros metros son vertiginosos, empezando en bajada y por calles estrechas, hasta que salimos a la Avenida Europa donde se abre mucho más la carrera y uno puede correr con más tranquilidad.
Paso el primer kilómetro en 4'04", está muy bien, pero siempre es engañoso, por aquello del subidón de la salida.
Ahora vamos por calles muy anchas y con un terreno muy favorable, lo que permite rodar con mucha comodidad, sin tener que tomar precauciones con el resto de corredores.
Hay incluso alguna bajada que hace que las piernas se "vayan solas" y haya que llamarlas al orden para que se controlen.
Me alcanza el grupo que lleva el globo de 1h30'...me engancho a él, pero debo dejarlo marchar, ala cabo de un par de kilómetros por los constantes cambios de ritmo que está haciendo y que a mí no me vienen nada bien.
Nos alejamos del centro de la ciudad hasta el kilómetro cinco, donde volvemos a acercarnos al casco histórico.
Esos "alegres" kilómetros los paso en tiempos por debajo de 4'10", algo que puede volverse en mi contra al final, pero, debo arriesgar de salida para intentar hacer una marca bonita.
La vuelta al precioso casco de la ciudad, tras pasar el monumental Viaducto viejo me va a traer una sorpresa que no tenía contemplada.
Esos dos últimos kilómetros hasta alcanzar la línea de meta no van a resultar nada fáciles.
Es un constante sube-baja rompepiernas, acompañado de algún tramo adoquinado que he de "negociar" para que mis pies no sufran más de lo que ya están acostumbrados.
Llego al primer paso por meta, en la Plaza del Torico con un tiempo de 29'48", que si realizara la multiplicación (por las tres vueltas), me daría para bajar de esos soñados 90', pero....sé en qué estado he llegado y me temo que, salvo milagro, va a ser imposible.
Curiosamente en la bajada siguiente al arco de meta, veo que el globo de la "1h30'" que llevaba más adelante, aminora el ritmo de manera considerable y lo vuelvo a alcanzar.
Era normal, había pasado ese primer "siete mil" demasiado rápido.
Me vuelvo a unir a ellos y vamos a por la segunda vuelta....ahora ya, sabiendo perfectamente qué recorrido nos espera por delante.
Esta segunda vuelta ya estoy rodando a ritmos más cercanos a los 4'30" por kilómetro...mucha diferencia respecto a la primera y lo peor, es que siento que mis piernas no van a mejor.
Me intento "agarrar" al globo de 1h 30' pero se me va, irremisiblemente en la bajada que nos lleva al segundo paso por meta.
Aún así, paso en un tiempo de 1h 00' 59"....más de un minuto más lento que el primer paso, así que, sabiendo lo que me queda y analizando mi estado, va a ser imposible ese objetivo.
Añadir leyenda
Los dos siguientes kilómetros (15 y 16) aprovechando los tramos en bajada que hay, vuelvo a ilusionarme , viendo que mi reloj marca 4'22" y 4' 28", pero es sólo un espejismo.
Llegar al 17 me cuesta un mundo y decido, no forzar la situación y acabar la prueba sin ningún susto añadido, no me va la vida en esto y tengo otros objetivos que debo cuidar.
Psicológicamente, el encontrarme tan justo y saber que aún me quedan tres duros repechos que afrontar antes de llegar a meta, me está bloqueando más la cabeza que las piernas.
Llego al primero de ellos, fijo la mirada en el suelo y tiro para arriba....uno menos.
Sigo callejeando mientras veo en frente uno de los arcos que preceden a la línea de meta y escucho la megafonía con el speaker narrando las llegadas de l@s corredores, pero la carrera te hace girar a la izquierda y alejarte durante un kilómetro más de esa ansiada línea de meta.
Me va adelantando algún que otro corredor que me anima a que le siga, pero ni me lo planteo, no me quedan fuerzas en las piernas y sólo quiero acabar.
Una pequeña bajada en la que, literalmente, me dejo caer, me lleva a cruzar por tercera vez el Portal de la Tradición y arrancar con la última subida de la carrera.
Aquí, si que tengo que echar el resto....no aparto la vista del suelo, "resoplo" e intento ir ganándole metros al asfalto.
El público es muy agradecido animando y eso ayuda a poder superar este duro repecho.
Ahora ya sí, llego al tramo vallado y los últimos doscientos metros hasta meta, que la cruzo en un tiempo de 1h 33' 21" en el puesto 27º de la general, a una media de 4'25".
A pesar de que uno había salido con otra idea en la cabeza, el tiempo final no está mal del todo.
Me quedo con eso, con la satisfacción de haber finalizado mi 118ª media maratón culminando las tres medias de las tres provincias aragonesas y la compañía del viaje de Enrique y Miguel Ángel que celebramos allí mismo con unas cervezas en la Plaza del Torico.
Siguiente objetivo...."mi media maratón".
"La indecisión es el ladrón de la oportunidad".- Jim Rhon