miércoles, 27 de septiembre de 2017

LA 118ª EN LA CIUDAD DE LOS AMANTES

Hace un par de meses, yendo a Esplugas de Francolí, el compañero Miguel Ángel nos "recordó" que a principios de septiembre estaba la Media Maratón de Teruel.
No hizo falta mucha "meditación" por mi parte.
Mi calendario laboral me "decía" que tenía fiesta, me venía bien de cara a preparar la Maratón de Mallorca y bueno....para un "tarao" como yo, el hecho de que faltara en mi "palmares"...pues la hacía más atractiva.
Tampoco hizo falta mucha "presión" para convencer a Miguel Angel y a Enrique...así que, los tres marchamos el sábado por la tarde hasta la capital turolense a darnos una "vuelta" de 21 kilómetros.
Tras pernoctar en el Hostal Los Amantes de Teruel (muy propio por la ciudad en la que estamos aunque no por la compañía), nos levantamos a las siete de la mañana para desayunar y comenzar todo el ritual.
Tras nuestro café y croissant en la Plaza del Torico y recoger el dorsal allí mismo (por cierto, súper amables y atentos con nosotros por venir de "tan lejos" a correr), regresamos al Hostal a cambiarnos.
La mañana ha salido fresca (5º/6º) pero viendo la previsión de sol, decido no ponerme manguitos e ir sólo con la de tirantes.
Regresamos de nuevo, a la Plaza del Torico, y tras intercambiar libros propios con Emilio Sáez (que practica el descalzismo), nos situamos en la línea de salida.
No hay mucha aglomeración de gente...somos unos 140 para la Media Maratón y otros 200 para otra prueba de 7 kilómetros.
La carrera consta de tres vueltas de siete kilómetros y a priori pienso que puede ser un hándicap para mí.
No soy muy partidario de eso de dar vueltas pero....hay que adaptarse a lo que hay.
Nos metemos ya dentro del pelotón de salida, deseo suerte a mis compañeros, me presigno tres veces, y a las diez y media se da la salida desde la plaza más emblemática de Teruel.
Los primeros metros son vertiginosos, empezando en bajada y por calles estrechas, hasta que salimos a la Avenida Europa donde se abre mucho más la carrera y uno puede correr con más tranquilidad.
Paso el primer kilómetro en 4'04", está muy bien, pero siempre es engañoso, por aquello del subidón de la salida.
Ahora vamos por calles muy anchas y con un terreno muy favorable, lo que permite rodar con mucha comodidad, sin tener que tomar precauciones con el resto de corredores.
Hay incluso alguna bajada que hace que las piernas se "vayan solas" y haya que llamarlas al orden para que se controlen.
Me alcanza el grupo que lleva el globo de 1h30'...me engancho a él, pero debo dejarlo marchar, ala cabo de un par de kilómetros por los constantes cambios de ritmo que está haciendo y que a mí no me vienen nada bien.
Nos alejamos del centro de la ciudad hasta el kilómetro cinco, donde volvemos a acercarnos al casco histórico.
Esos "alegres" kilómetros los paso en tiempos por debajo de 4'10", algo que puede volverse en mi contra al final, pero, debo arriesgar de salida para intentar hacer una marca bonita.
La vuelta al precioso casco de la ciudad, tras pasar el monumental Viaducto viejo me va a traer una sorpresa que no tenía contemplada.
Esos dos últimos kilómetros hasta alcanzar la línea de meta no van a resultar nada fáciles.
Es un constante sube-baja rompepiernas, acompañado de algún tramo adoquinado que he de "negociar" para que mis pies no sufran más de lo que ya están acostumbrados.
Llego al primer paso por meta, en la Plaza del Torico con un tiempo de 29'48", que si realizara la multiplicación (por las tres vueltas), me daría para bajar de esos soñados 90', pero....sé en qué estado he llegado y me temo que, salvo milagro, va a ser imposible.
Curiosamente en la bajada siguiente al arco de meta, veo que el globo de la "1h30'" que llevaba más adelante, aminora el ritmo de manera considerable y lo vuelvo a alcanzar.
Era normal, había pasado ese primer "siete mil" demasiado rápido.
Me vuelvo a unir a ellos y vamos a por la segunda vuelta....ahora ya, sabiendo perfectamente qué recorrido nos espera por delante.
Esta segunda vuelta ya estoy rodando a ritmos más cercanos a los 4'30" por kilómetro...mucha diferencia respecto a la primera y lo peor, es que siento que mis piernas no van a mejor.
Me intento "agarrar" al globo de 1h 30' pero se me va, irremisiblemente en la bajada que nos lleva al segundo paso por meta.
Aún así, paso en un tiempo de 1h 00' 59"....más de un minuto más lento que el primer paso, así que, sabiendo lo que me queda y analizando mi estado, va a ser imposible ese objetivo.
Añadir leyenda
Los dos siguientes kilómetros (15 y 16) aprovechando los tramos en bajada que hay, vuelvo a ilusionarme , viendo que mi reloj marca 4'22" y 4' 28", pero es sólo un espejismo.
Llegar al 17 me cuesta un mundo y decido, no forzar la situación y acabar la prueba sin ningún susto añadido, no me va la vida en esto y tengo otros objetivos que debo cuidar.
Psicológicamente, el encontrarme tan justo y saber que aún me quedan tres duros repechos que afrontar antes de llegar a meta, me está bloqueando más la cabeza que las piernas.
Llego al primero de ellos, fijo la mirada en el suelo y tiro para arriba....uno menos.
Sigo callejeando mientras veo en frente uno de los arcos que preceden a la línea de meta y escucho la megafonía con el speaker narrando las llegadas de l@s corredores, pero la carrera te hace girar a la izquierda y alejarte durante un kilómetro más de esa ansiada línea de meta.
Me va adelantando algún que otro corredor que me anima a que le siga, pero ni me lo planteo, no me quedan fuerzas en las piernas y sólo quiero acabar.
Una pequeña bajada en la que, literalmente, me dejo caer, me lleva a cruzar por tercera vez el Portal de la Tradición y arrancar con la última subida de la carrera.
Aquí, si que tengo que echar el resto....no aparto la vista del suelo, "resoplo" e intento ir ganándole metros al asfalto.
El público es muy agradecido animando y eso ayuda a poder superar este duro repecho.
Ahora ya sí, llego al tramo vallado y los últimos doscientos metros hasta meta, que la cruzo en un tiempo de 1h 33' 21" en el puesto 27º de la general, a una media de 4'25".
A pesar de que uno había salido con otra idea en la cabeza, el tiempo final no está mal del todo.
Me quedo con eso, con la satisfacción de haber finalizado mi 118ª media maratón culminando las tres medias de las tres provincias aragonesas y la compañía del viaje de Enrique y Miguel Ángel que celebramos allí mismo con unas cervezas en la Plaza del Torico.
Siguiente objetivo...."mi media maratón".
"La indecisión es el ladrón de la oportunidad".- Jim Rhon

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