miércoles, 21 de marzo de 2018

VISITA A LA "PILARICA"...LA 123

Por novena vez volvía a Zaragoza a participar en su media maratón.
Y,una vez más, iba a volver a hacer unas de esas "locas-machadas" mías de "doblar" o "triplicar", según se mire.
Trabajar de tardes el sábado, correr una media maratón el domingo por la mañana y volver a trabajar por la tarde.
A las cinco y media de la mañana sonaba el despertador, y sólo el hecho de incorporarme y poner los pies en el suelo ya me hizo presagiar que el día podría ser bastante durillo..
Haciendo un "testeo" superficial en mi cuerpo siento que me duelen hasta los párpados.
Tras despejarme con agua fría y un primer café doble, marcho hacia el club a recoger al resto de compañeros que han acudido a la llamada y partimos dirección a la Plaza del Pilar.
En poco más de una hora llegamos (este "Fordfi" mío es la leche) y tras la rápida recogida de dorsal y bolsa del corredor nos vamos a por un café  de manera urgente para despejar mente e intentar activar las piernas.
Hoy, hemos tenido suerte, la lluvia del sábado ha dejado paso a un día, fresco sí, pero soleado, que siempre da algo de alegría, y mucho menos ventoso de lo que me temía, sobretodo para lo que es Zaragoza.
Vamos a cambiarnos y decido ponerme como en las últimas ocasiones...tirantes, camiseta interior y las compresoras.
Sin casi darnos cuenta se nos está echando el tiempo encima y debemos apresurarnos a ir hacia la zona de salida en el Paseo de Echegaray.
Foto rápida del grupo allí mismo (lástima de no haber podido coincidir todos), despedidas y, junto a David nos vamos a nuestro cajón correspondiente...vamos a intentar ir a por la "horatreinta"
Nueve en punto de la mañana y arrancamos más de tres mil corredores en dirección hacia el puente de Santiago para girar, una vez allí, hacia la Avenida Pirineos.
Esta vez, ¡milagro!, he sabido salir con mucho más conocimiento que en otras ocasiones, de hecho, el primer kilómetro lo pasamos en 4'17".
Vamos a ver si somos capaces de mantener este ritmo durante los siguientes veinte kilómetros...¡casi ná!.
De momento, el terreno es bastante favorable hasta que pasamos el kilómetro tres en el que tenemos que afrontar un repecho de unos cuatrocientos metros para alcanzar y pasar el Puente de Piedra.
Lo descendemos, llaneamos unos quinientos metros por el Paseo Echegaray y volvemos a cruzar el imponente y caudaloso Ebro, a través del Puente de Hierro, primero en una dirección y una vez finalizado en la contraria, dirección al Barrio de las Fuentes.
Estos kilómetros, aunque sobre el "papel" parece que no, no dejan de "picar" hacia arriba.
Paso por el kilómetro 5 (21'04") y primer avituallamiento de la carrera.
Tras rodear una rotonda, nos dirigimos hacia el centro.
Ahora,en terreno más favorable y distraído, ya que nos vamos a ir cruzando con todos los corredores que vienen tras de nosotros y que conforman una, en muchos momentos, "mareante" riada multicolor.
Giramos a la izquierda hacia la Calle San Vicente de Paúl y, el terreno, se vuelve a poner cuesta arriba hasta que la finalizamos y llegamos al Coso.
Comentamos con David que, esta carrera, de "llana-llana" no tiene nada, ya que viene jalonada de muchas ,cortas pero intensas cuestas que, con el paso de los kilómetros te van mermando fuerzas.
Tras los trescientos metros (más o menos) que "pateamos" por el Coso, giramos a la derecha para descender por la Calle Don Jaime y "aliviar" un poco las piernas.
Veo, más adelante el giro a la izquierda hacia la Calle Espoz y Mina y prevengo a David sobre el adoquinado de esa calle que un año me hizo ver las "estrellas" en mis castigados pies.
Cual es mi sorpresa al llegar a ella, cuando veo que aquellos adoquines han desaparecido y ha dado lugar a un pavimento mucho más cómodo.
Giramos a la derecha por la Calle Alfonso, para alcanzar, por primera vez, la Plaza del Pilar.
Tras ese momento de subidón emocional, tanto por el ambiente que genera el público que hay como por el lugar del que se trata, salimos de nuevo al Paseo Echegaray para iniciar la segunda vuelta, que será, un poquito más larga que la primera.
Poco antes de llegar al kilómetro 10, nos alcanza la "grupeta" del globo de 1h30' que lo lleva el amigo Chicho de la Fuente.
Con David, nos intentamos enganchar ahí, aunque las piernas, por lo menos las mías, me "avisan" para que no me meta en esa "guerra" que no parece la mía.
El paso por el 10 lo hacemos en 42'20".
Estamos manteniendo ritmos muy regulares en torno a los 4'15" /4'17" de media, que están francamente bien.
Bordeamos el Parque del Tío Jorge y regresaremos por la Avenida Pirineos durante unos cuantos metros para dirigirnos después al Paseo de la Ribera.
Kilómetro 13....nuevo repecho que nos va a conducir, de nuevo, al Puente de Piedra.
Este, tanto a David como a mí, nos hace "pupa" en las piernas, aunque, en la bajada posterior, podemos soltar un poco las piernas y tomar algo de aliento.
Nuevamente, volvemos a cruzar el Puente de Hierro, para dirigirnos, esta vez hacia la Avenida Puente del Pilar y Avenida Cataluña.
Ambas las haremos en sentido de ida y vuelta para alcanzar el kilómetro 15 de carrera (1h 03' 59").
Nuevo avituallamiento, cogemos agua, y David me comenta que necesita tomarse un gel.
Dado mi estado físico en este momento, ese comentario me viene de perlas.
Le digo que se lo tome con calma, a ver si, con ese "inpass" de medio parón consigo recuperar un poco....."ná" un espejismo.
En cuanto volvemos a ponernos "manos a la obra" veo que me cuesta mucho mantener y debo decirle que se vaya.
Necesito no "depender" de nadie, ponerme a mi ritmo y "negociar" con mi cuerpo los últimos cinco mil metros hasta meta.
Además, ahora llega un penúltimo escollo...la subida del puente de la Z-30 para alcanzar el kilómetro diecisiete...es momento de "atarse los machos" y tirar de cabeza y cierta veteranía.
Estos cuatrocientos/quinientos metros de rampa sí que están haciendo daño a los corredores y yo, a pesar de todo, voy adelantando a bastantes y consigo, incluso, situarme un par de metros por detrás de David.
"Coronamos" y descendemos, de nuevo, hacia el Paseo de Echegaray para "buscar" los dos mil metros siguientes (18 y 19), en los que voy haciendo la "goma" con mi compañero.
Poco antes de girar hacia la Calle San Vicente de Paúl le doy alcance y comenzamos esa última subida juntos, aunque, por mi parte, va a ser meramente "testimonial".
He tenido, mi "minuto de gloria" y a mitad de la calle debo descolgarme nuevamente.
Aprieto los dientes para acabar cuanto antes esa subida  y buscar el último "mil" hacia meta.
En el Coso está el kilómetro 20 (1h 25' 43")....no puedo evitar pensar aquello de..."¡qué cerca se va a volver a quedar!".
Bajo por la calle D. Jaime, giro por Espoz y Mina y unos cuantos metros por la Calle Alfonso antes de llegar, ahora sí, definitivamente, a la Plaza del Pilar.
Intento echar el resto y no despego la vista de la espalda de David, buscando llegar a su altura, algo que sé me va a resultar imposible.
Giro a la izquierda y encaro los últimos metros de la carrera, echando lo poquito que me queda ya hasta el último arco de llegada.
Finalizo mi 123ª media maratón en el puesto 368º de la general (de más de 3000) con un tiempo de 1h 31' 13", a 3" de David que ha hecho un carrerón, a pesar de que el sábado por la tarde se había "apretado" un duatlón.
En mi "defensa" podría alegar que ,quizás, la marca "valdría" un minuto (o más) menos contando que a mí (y creo que a la mayoría) me salieron casi 400 metros de más.
Pero,esto, lo quiero dejar como una simple anécdota y un poco, como excusa de "mal pagador"...si estuviera más fuerte habría bajado sin problemas.
Tras recoger la bolsa con el avituallamiento, visita obligada ,por lo menos para mí, a la Virgen del Pilar , para pedir y agradecer, y rápido regreso a Barbastro, ya que a las dos debía estar trabajando.
Seguimos sumando medias y ojalá, pueda, en alguna, volver a restar tiempos.

"Si no tuviera retos, no tendría emociones"













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