martes, 17 de abril de 2018

CON "MI" MARCA EN LOS TALONES

Esta era la tercera vez que acudía hasta Salou para participar en su media maratón.
La última, en 2012,  en un bonito viaje que organizamos desde el club con autobús y todo.
Esta vez, no pudo ser.
Además de que mi calendario laboral me lo permitía, he de confesar que me atraía el modelo de carrera en sábado por la tarde que tan buenos recuerdos y momentos nos dio en Barbastro durante dieciocho ediciones.
A las dos de la tarde pasaba Nico por casa a recogerme y hacer lo propio unos minutos después con Antonio.
En apenas dos horitas de muy ameno viaje, llegamos al parking del Paseo Jaime I, justo al lado de la zona de salida/meta.
El día está encapotado, gris y por momentos cae una fina lluvia, aunque la temperatura es excelente para correr.
Recogemos el dorsal en un momento (la participación es muy flojita) y junto al resto de expedición de Barbastro que ha llegado por otro lado nos vamos a tomar el "sagrado" café previo a la carrera.
La verdad es que yo me encuentro inusualmente tranquilo.
Quizás será por la poca presión que esta vez me he metido en la cabeza.
Llevo unas semanas en las que no me encuentro ni cómodo corriendo ni con la motivación necesaria para afrontar una carrera así pero, a veces necesito "obligarme" para ver si me activo un poco.
Se va acercando la hora de la carrera y nos vamos al coche a cambiarnos.
Como decía antes, la temperatura, pese a lo nublado y por momentos "chisporroteante" del cielo, es estupenda para correr, así que me voy a "quedar" en tirantes, pantalón corto y esta vez, sin compresoras.
Una vez listos, nos vamos para el arco de salida, al ladito del mar, un entorno precioso para hacer una prueba así.
Junto a Nico y Antonio nos situamos en posiciones delanteras del pelotón, la salida es estrecha y habrá que ir con mil ojos tanto por esa "excitación de la salida" como por el sinuoso firme que nos va a acompañar esos primeros casi mil metros.
Tras las explicaciones por parte de Juanan, el organizador, a las 18 horas en punto se da la salida.
Salimos fuertes por aquello de coger una posición cómoda, aunque nos adelantan por la derecha e izquierda muchos corredores que van a hacer las pruebas de 5000 o 10000.
Dejo paso a Antonio para que se vaya hacia adelante y nos quedamos con Nico mano a mano a ver qué nos sale.
Pasamos el primer kilómetro en 4'06"..¡uf!..como dirían mis compañeros de la Vieja Guardia, en nuestras salidas del mes de mayo...."¿que tenéis comunión o qué?....
Toca levantar el "pie", porque ademas ahora viene una subida exigente que va a ir quitando muchas risas y "charradas" del pelotón.
Comenzamos la subida pero seguimos manteniendo un ritmo bastante fuerte que nos hace llegar coronar y llegar al kilómetro dos en 4'13".
Ahora llega una, muy buena bajada que nos va a llevar a la calle Carles Buigas, todo en terreno favorable hacia, de nuevo, el Paseo Jaime I.
Iniciando la bajada me avisa Nico que viene por detrás el grupo del "globo" de la 1h30'....vamos a ver si le sabemos aguantar.
Nos absorben al momento e intentamos amoldarnos al ritmo lo antes posible, porque vienen "arreando" bastante fuerte.
Yendo en el grupo escucho una vez un "Fer" al que no presto atención, hasta que Nico me avisa que me llama un chico del grupo.
Es el serrablés Dani Fenero, ¡qué sorpresa!.
Nos vimos hacía unas semanas en la Media de Sabi y me dijo que llevaba idea de venir así que, vamos a intentar formar "equipo" los tres "oscenses" .
Pasamos todo el paseo, los del 5K se quedan allí, los del 10 aún nos acompañarán un poco más, y los de la media ponemos rumbo hacia Cambrills.
Pita el reloj al paso por el kilómetro cinco y el tiempo total es de 20'57"...es muy, muy bueno, aunque de vez en cuando, se le va recordando al guía que vamos demasiado rápido.
Estamos inmersos en ese largo y más desangelado Paseo de Miramar, cuando escuchamos a nuestra izquierda muchos gritos y un "¡VAMOS BARBASTRO!" que nos hacen poner las orejas tiesas como a los perros agradecidos.
En seguida localizo a Víctor y a Catena, y poco a poco al resto...
Son compañeros y amigos del Club Ciclista Barbastro que por la mañana han participado en la prueba cicloturista Cambrills-Cambrills y que han tenido el detallazo de acercarse por la tarde a animarnos.
He de confesar que la sorpresa ha sido mayúscula y ha supuesto un plus de motivación enorme.
Continuamos nuestra carrera hasta el giro de 180º que nos llevará de nuevo al centro de Salou.
La verdad es que me estoy encontrando muy cómodo y de la sensación de días atrás de que no iba a poder rodar en ritmos bajos (por supuesto, siempre hablando de mi nivel), he pasado a la ilusión de intentar hacer una bonita marca y porqué no....acercarme a esa barrera física y psicológica de bajar de los 90'.
En el kilómetro ocho nos volvemos a encontrar a toda la "troupé" de Barbastro que van paseando hacia Salou, y esto supone, además de una nueva inyección de ánimos, la "vuelta a la competición" como corredor de mi compañero de curro ,Catena, que se atreve a acompañarme durante unos cuantos metros corriendo a mi lado por la acera.
Llegamos al kilómetro 10 en un tiempo total de 42'09"...está francamente bien....vamos a ver hasta cuándo podemos aguantarlo.
Justo a la altura de la fuente luminosa está el segundo avituallamiento, previo a la calle Bruselas en la que vamos a iniciar por segunda vez la subida.
Vamos un grupo de siete corredores y el guía, al inicio pega un grito para que no nos despeguemos de él que casi me hace pegar un brinco..."ni que estuviéramos en la guerra".
Yo empiezo a ir un poco justito y me aferro al grupo todo lo que puedo, deseando que llegue la siguiente bajada cuanto antes.
Consigo hacerlo y en terreno favorable suelto brazos y empiezo a resoplar como los toros cuando salen de los corrales...a ver si eso me hace recuperar algo.
El kilómetro 11 lo hacemos en 4'07"...esto es demasiado....
Pasamos de nuevo todo el Paseo Jaime I y de nuevo nos dirigimos hacia Cambrills....
Empiezo a pensar en que algo no me cuadra....
Si hemos de hacer el giro de 180º donde estaba en la primera vuelta me faltan un par de kilómetros para completar, y espero que no nos vuelvan a mandar por la subida que ya hemos hecho dos veces....
Vamos pasando kilómetros y me está empezando a costar mantenerme dentro del grupo.
Estamos ya en la Avenida Diputación y donde en la primera vuelta girábamos para regresar hacia el centro, ahora nos desvían a mano derecha hacia la Avenida Más de Clariana.
Ahí llega mi puntilla.
Voy enganchado al grupo con "alfileres" y en cuanto giramos vemos ante nosotros un repecho que nos lleva a un puente sobre las vías del tren que a mí, me hunde.
Es el kilómetro 15 (1h 03' 20" total).
Comenzamos la subida, me "agarro" como puedo, pero en cuanto llegamos arriba y comienza el descenso me voy quedando.
He de respirar, bajar unos segundos por kilómetro y gestionar lo mejor posible esos seis últimos kilómetros hasta meta.
Nos vamos cruzando con los corredores que nos preceden y calculo que vamos entre los cincuenta
primeros..(como decía al principio la participación tampoco era muy numerosa, unos 230 en la media maratón).
Nuevo giro de 180º y regreso, llego al "16" y veo que ese kilómetro anterior se me ha ido a 4'31", ese repecho me ha dejado muy tocado.
Ahora ya solo, he de "hablar" con mi cuerpo y ver hasta donde vamos a ser capaces de llegar.
Yo, voy a poner toda la ilusión pero "tú" me tienes que dar un poquito más de fuerza.
Vuelvo al Paseo Miramar en dirección a Salou.
Ahora está empezando a chispear y la verdad es que, hasta lo agradezco.
Necesito alguna distracción para que mis piernas se olviden de que les queda poca gasolina.
Llego al Club Náutico para enlazar ya con el Paseo Jaime I.
Miro el reloj y si nada falla puede que consiga acercarme....o incluso ¡bajar! de la hora y treinta.
Vuelvo a vivir un momento de subidón llegando al 19 cuando aparecen de nuevo los amigos de Barbastro a jalear.
Ahora no estoy para coñas, ni hablar como en kilómetros precedentes...voy tocado y eso lo reflejo en las muecas que les hago con la cabeza, mitad de agradecimiento, mitad de "explicación".
Hay que cruzar todo el Paseo para girar a la derecha, donde la fuente luminosa y volver a girar a la diestra para correr por el paseo marítimo.
Voy mirando incesantemente el reloj y creo que si la distancia está bien medida y no tengo ninguna sorpresa desagradable lo puedo hacer.
Ahora llegan dos giros a izquierda y encaro, justo al lado del mar la recta de meta.
Vuelvo a mirar el reloj y veo que se inicia el segundero de la 1h 29'....he de echar todo si lo quiero conseguir.
Me acerco ya al definitivo arco de meta....nuevo vistazo...1h 29' 45"....me "exijo" un poquito más y acabo mi 125ª media maratón con un tiempo de 1h 29' 55" en el puesto 36º de la general a una media de 4'16" por kilómetro.
Como decía en el título, haciendo un guiño a la mítica película de Alfred Hitchcok, he ido,
afortunadamente no con la muerte pero sí con la "marca en los talones".
He sacado petróleo de donde no tenía ninguna esperanza y sólo por eso me encuentro personalmente muy , muy FELIZ.
Tras el reencuentro con los compañeros y cambiarnos, cayó un platito de fideuá y una cerveza gentileza de la organización, "recogimos" el premio de primer veterano de nuestro compañero Antonio y regreso a casa hablando de futuros "objetivos".
De momento toca descansar y recuperar este cuerpo que de vez en cuando me va dando alguna alegría.

"Casi todo lo difícil es lo que más merece la pena".












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