viernes, 24 de noviembre de 2017

LA 120 EN HUESCA...PONIENDO UN PUNTO Y SEGUIDO

No fue hasta 24 horas antes del cierre de inscripciones cuando decidí apuntarme, por cuarta vez en mi "trayectoria deportiva", a la Media Maratón de Huesca.
La "tralla" física que lleva mi cuerpo desde septiembre (medias de Teruel y Barbastro, maratón de Palma, Chistavín, Behobia, más las salidas habituales, el curro, etc....) hacía que me plantease desconectar un poco y descansar.
Pero uno, a falta de pan, necesita algo que le dé vida y le motive y siempre permito que se me "aparezca" ese "diablillo" bueno o malo, vete tú a saber, para tentarme con un dorsal en la mano para que me ponga un fin de semana más en mi camiseta.
Así que, el domingo a las ocho y cuarto de la mañana partía de Barbastro junto a ocho compañeros más en dirección al estadio de El Alcoraz, campo del, en ese momento, líder de la segunda división española....ver para creer.
Tras la recogida de dorsales y la obligada ingesta de un café largo , nos dirigimos hacia los coches a cambiarnos.
Ha salido una mañana fría si, pero sin nada de aire y un sol espectacular en todo lo alto, así que decido ponerme lo mismo que una semana antes había utilizado en San Sebastián...tirantes, pantalón corto y manguitos...esta vez me apetece "lucir piernas" y paso de las compresoras.
Tras la foto de rigor con los compañeros de expedición nos vamos situando tras el arco de salida.
Allí, cada uno busca su pareja de "baile" para la carrera y yo soy elegido por Javi que quiere rodar, más o menos a los ritmos en los que, calculo, me puedo mover yo....sobre 1h33' aproximadamente.
A las diez en punto, desde la fachada principal del Alcoraz se da la salida a esta media maratón de dos vueltas de recorrido.
De las cuatro veces que he corrido en Huesca, ninguna he repetido el mismo circuito.
Arranca todo el pelotón (casi unos 500 entre la media y el cuarto de maratón) hacia el camino Cocorón, bordeando la zona de San Jorge, para dirigirnos, en unos dos kilómetros hacia el centro de Huesca.
Suena el primer "beep" del reloj, le echo un vistazo y veo que marca 4'06".
Suelto un "¡¡uf, muy rápido!!", e inmediatamente bajamos un poquito el ritmo, porque, yo, así no duro ni "dos asaltos".
Y es que, por muchas carreras que lleves es muy complicado controlar esa sobre excitación que se da siempre en las salidas, en las que parece que uno vaya a buscar un récord del mundo o similar.
Los siguientes kilómetros nos llevan alrededor del Parque Miguel Servet, para pasar por la Plaza de Navarra , donde hay concentrado un poquito más de público, y callejear por detrás de los Porches de Galicia, antes de salir al Coso Bajo, en dirección hacia el Paseo Ramón y Cajal.
Es ahí, tras el primero de los seis giros de 180º que deberemos "sufrir" en la carrera,  donde nos empezamos a cruzar tanto a los de cabeza de carrera como a los que van detrás nuestro..
Por tanto,vamos a estar durante bastante tiempo muy distraídos animando a los compañeros y viendo al resto de corredor@s.
Giro a la derecha hacia la Plaza Unidad Nacional, y la carretera se empina un poco al pasar junto a la Plaza de Toros (¡qué recuerdos!).
Nos dirigimos , junto a la muralla de Huesca, hacia la Ronda Isuela, primer avituallamiento de carrera, otro giro de 180º y punto kilométrico 5.
El tiempo de paso es de 21'41"...bueno sí, pero como me conozco "un poquito" no me quiero "enamorar", que esto es muy largo.
Regresamos hacia el Coso Bajo, para girar a la derecha y subir , por la Calle Goya, en una corta pero exigente subida que nos llevará por detrás de la Iglesia de San Pedro el Viejo y a dar una vuelta completa a una desértica Plaza López Allué.
Al abandonarla, descenso de nuevo hacia el Coso Bajo para empalmar a continuación con el Coso Alto.
Los ritmos medios están siendo en torno a los 4'20", algo que para lo que llevaba previsto está muy bien y de momento, no siento ninguna molestia.
Damos una vuelta completa a todo el entorno del Colegio Salesianos y regresamos por el Coso Alto en dirección a los Porches de Galicia.
Durante aproximadamente un kilómetro corremos junto a toda una institución del atletismo provincial. el jaqués , Rafael Puyuelo, padre y mentor de los hermanos Alberto y Víctor, que está corriendo la prueba de 10'5 kilómetros....todo un honor.
Llegamos de nuevo a la Plaza de Navarra y nos dirigimos por la vera del Parque hacia el hotel Pedro I, para allí, girar a la izquierda, salir del centro de la ciudad y dirigirnos hacia la zona de San Jorge, lugar de salida y llegada de la prueba.
Estoy viendo cómo Javier va mucho más suelto que yo, y que si no cambia la cosa, en breves momentos le tendré que decir que yo..."hasta aquí he llegado".
Hacemos el primer paso por meta y "picamos" esos primeros 10'5 kilómetros en un tiempo de 45'49".
No está mal, porque si consiguiera aguantar ahí rondaría esos tiempos de Teruel y Barbastro, que son los que, en la actualidad, me marco como objetivo real.
Comenzamos la segunda vuelta, y ya, al inicio de esa subida al camino Cocorón le digo, a Javi, que tire, veo que él va mucho mejor que yo y no quiero ser un lastre.
Él tira para adelante y yo, respiro hondo , bajo un poquito el ritmo y me pongo a hacer mi carrera.
Lo prefiero así porque siento que la molestia de la pierna izquierda parece que quiere tener su "protagonismo" una vez más y yo, me quiero resistir
Es por ello que ahora he de controlarme y centrarme en que no vaya a más.
Bajar un poco la cadencia me permite que esa sensación de hormigueo se mitigue y poco a poco pueda volver a correr con cierta comodidad.
Tengo bien memorizado el circuito y eso, sé que me va a suponer una ventaja para saber donde debo ir con más precaución y donde me puedo lanzar, si las fuerzas me acompañan.
El habernos quedado solos los de la media maratón y no ser multitud también es un factor importante para que se pueda correr muy cómodamente.
En el Paseo Ramón y Cajal, puedo animar tanto a los compañeros que me preceden...Miguel, Pablo, los "davides" y mi compañero, hasta hace unos kilómetros, Javi...como a los que vienen por detrás ...Pedro, Miguel Angel y Paco.
Hoy, hemos venido buena "grupeta" a Huesca, y es que la situación actual nos llevó a tomar la decisión de quedarnos donde se está bien y se nos quiere y respeta.
Llego de nuevo al avituallamiento de la Ronda Isuela, y, por tanto, al kilómetro 15 de carrera.
Cojo agua...bebo...miro el reloj y veo que el tiempo de paso es de 4'21" y el general de 1h 04' 49"...me animo al ver que sigo manteniendo posibilidades de una buena marca y siendo quizás , excesivamente optimista, igual hasta para algo más....
Regreso al centro, y he de apretar los dientes para acabar cuanto antes el repecho de la Calle Goya y poder seguir dando un poco de "cera" al asunto.
Tras la Plaza López Allué, me lanzo en la bajada hacia el Coso Bajo esperando poder arañar algunos preciados segundos al reloj.
Ahora me estoy encontrando muy bien y espero alargar lo máximo que pueda ese "minuto de gloria" que siempre nombra mi admirado "Perico" Delgado en sus retransmisiones televisivas ciclistas.
Tras acabar la "ida y vuelta" del Coso Alto, paso, de nuevo, por los Porches de Galicia y Plaza Navarra y me dirijo, junto al Parque Miguel Servet, hacia el giro a la izquierda para buscar los últimos dos mil metros de la carrera.
Justo al lado del antiguo y mítico pabellón de los deportes del Peñas (la "caja de cerillas") alcanzo a uno de los "davides"  que me precedían.
Le doy unas palabras de aliento y sigo para adelante, puesto que ,veo por mi reloj y si mis cuentas mentales no me fallan que me puede salir una marca más que digna.
Ahora sé que llega un terreno menos atractivo y un par de repechos que van a hacer "pupa" en las piernas, espero saber gestionarlo bien.
En la recta, ya "picando" hacia arriba por la Calle Ingeniero Pano empiezo a acusar el esfuerzo de esa "euforia" de los kilómetros anteriores y siento que mis piernas ya no van a dar para más.
Paso una rotonda, giro a la izquierda y comienzo de nuevo el Camino Cocorón  para buscar los últimos mil metros.
Esta subida hasta llegar al club de tenis se me está atragantando y siento que ahí se me están yendo unos segundos que ya no recuperaré después.
Llego ya frente al Alcoraz y me quedan hacer los últimos 300 metros antes de finalizar, pasando, en paralelo, por la zona de meta.
Pero eso sí, antes de llegar todavía me queda subir una cortísima pero muy exigente rampa y un último giro de 180º que me vuelve a romper por todos los lados.
Tras el giro, una bajada, giro a la derecha y entro ya en la recta de meta.
Miro el reloj, veo que no merece la pena hacer más esfuerzo, me relajo y cruzo mi 120 línea de meta de una media maratón en el puesto 88º de la general con un tiempo de 1h 31' 34".
Es mejor marca de la que esperaba de inicio y lo que más me agrada es ver que he sabido regular y que incluso la segunda vuelta la he hecho 6" mejor que la primera.
Tras la cerveza, el cambio de impresiones con los compañeros y la ducha, regreso directo a Barbastro, ya que, a las dos de la tarde, debía estar fichando en el curro...uno ya está acostumbrado a estas "machadas" físicas y mentales y de hecho, de momento, me siguen dando aliento.
Con Huesca, doy por concluida mi temporada 2017 en cuanto a medias maratones se refiere, habiendo completado un total de nueve, (Sitges, Granollers, Balaguer, Madrid, Tárrega, Altorricón, Teruel y Barbastro fueron las otras ocho del año).
Ahora,toca acabar lo mejor que se pueda e intentar buscar motivaciones suficientes para un 2018 en el que me gustaría hacer algo especial....todo se verá.
"La perseverancia es más importante que la perfección" 






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