jueves, 9 de febrero de 2017

LA 113ª Y MI PRIMER "NACIONAL"

Había finalizado la media de Sitges con una buena marca y sensaciones y también con una pequeña inyección de moral que me hacía afrontar con optimismo mi participación, por primera vez en mi vida deportiva y de manera oficial, en un Campeonato de España de Media Maratón.
Pero, los quince días previos a la cita en Granollers estuvieron lastrados por una inoportuna congestión primero y para rematar, la segunda semana una gastroenteritis que me dejó K.O., en lo que a correr se refiere, durante cuatro días.
Por tanto, me presentaba a la línea de salida de esa cita tan importante muy mermado de fuerzas y con muchas dudas del posible rendimiento que podría darle a estas castigadas piernas.
Acudía a Granollers, por 13ª vez en esta "loca carrera deportiva" mía.
Una ciudad y, sobretodo, una prueba que me tiene enganchado desde la primera vez que estuve. 
El primer fin de semana de febrero en esta ciudad del Vallés Oriental sólo se respira atletismo y media maratón.
Charlas, conciertos, carreras infantiles, de gigantes, la feria del corredor, las tiendas, los hoteles....todo gira en torno a una carrera que la han hecho muy suya.
Como siempre he dicho, aunque a otro nivel,es un espejo donde mirarse y aprender.
La víspera  pude estar un buen rato con la gente del equipo, bueno, perdón....del equipazo que trajo Adidas para la ocasión.
Javi Guerra, Carles Castillejo, Rafa Iglesias y Chema Martínez venían dispuestos a llevarse al día siguiente el título de Campeones de España por equipos...¡y vaya que si lo hicieron!.
Para un simple popular como yo es un gustazo y un orgullo enorme el poder hablar y tener una relación tan cercana con estos auténticos "cracks" del atletismo nacional.
Me traslado ya al día D.
Domingo 5 de febrero, 7:30 de la mañana... suena el despertador.
He dormido "a tirones" porque siempre, la víspera de alguna prueba uno se encuentra más inquieto, pero, es algo que ya entra dentro de lo previsto.
Bajo a desayunar a un restaurante atestado de cuerpos muy delgados en "chandals" y zapatillas y acabo tomándome el café y hablando un buen rato a solas con Chema antes de que llegue el resto de expedición del Club.
Cuando llegan, les reparto los dorsales y las bolsas del corredor que les había recogido el día anterior y nos tomamos un último café antes de cambiarnos y partir hacia la zona de salida.
El "equipo" que hay es excelente (Alejandro, Nico, Pablo, mi tocayo Fernando, Enrique y Miguel Angel)..
Una lástima ser sólo yo, el único federado nacional del grupo porque se podría haber hecho algo bonito a nivel de Club...
Ojalá en el futuro se pueda montar algo así.
Tras la foto de grupo, nos vamos hacia los cajones de salida.
Yo, llevo dorsal rojo (por delante y por detrás, para identificar a los que participamos en el Campeonato de España) y por tanto, me corresponde estar en el primero de todos los cajones, junto a la élite.
Madre mía, qué nivel hay ahí, me veo "pequeñísimo" ante tanta figura y corredores finísimos.
Veo a los de Hinaco Monzón, saludo a Sergio, Mario y a Nuria, que como siempre, súper amable conmigo me "obliga" a ir con ellos lo más adelante posible.
Por cierto...a la postre, ella se proclamaría Campeona de España de su categoría, ¡muy, muy grande!.
Los momentos previos antes de la salida, me encuentro más tenso de lo normal, no sé...me he tomado esta carrera con un grado de responsabilidad muy grande y eso, que soy plenamente sabedor de que no estoy en las condiciones físicas que hubiera deseado para afrontarla.
Se canta la cuenta atrás, suena el disparo y arrancamos con muchísima fuerza.
El primer kilómetro y medio es por una calle muy ancha que permite correr sin agobios y con comodidad a pesar de que el inicio es ascendente.
Al paso por el "1" miro el reloj y veo que marca 3'56"...
"Toco el freno".....me conozco esta carrera muy bien y sé que hasta que no lleguemos a La Garriga esto no deja de "picar" hacia arriba. Y para acabar de rematar, hoy hemos tenido la mala suerte de amanecer con un molestísimo compañero de viaje....el viento.
Sobre el kilómetro tres escucho tras de mí una voz femenina que dice un ..."¡vamos Aragón!".
Me giro sorprendido y veo que es la oscense Silvia Ferrer la que lo ha dicho y que la chica con la que yo iba compartiendo esos primeros kilómetros sin darme cuenta es la maña Ana Laura Buero del Simply Scorpio.
Durante un kilómetro vamos los tres aragoneses juntos...luego Silvia se va y me quedo con la zaragozana.
Paso por el kilómetro cinco de carrera con un tiempo de 20'42".
Tal y como vamos avanzando metros, nos cruzamos con corredores, de los que compiten en el Campeonato de España parados o en dirección contraria abandonando la carrera.
Los miro con sorpresa y pienso que yo nunca seré, ni de lejos como ellos.
Ellos saben prepararse específicamente para objetivos concretos, se vacían antes y durante, y si ven que no van a poder alcanzar lo que pretendían....abandonan, "resetean" la mente, descansan y vuelven a empezar de cero y a marcarse otro objetivo.
Yo...no....sólo he sido, soy y seré un popular del montón que encadena una carrera tras otra, sin otro fin que disfrutar, motivarse y acabarla lo más dignamente posible...unas veces mejor y otras peor.
Por eso les admiro y respeto, porque ellos sí saben hacer las cosas bien y con cabeza.
Tras un giro a la izquierda de la carretera y mientras el aire nos da racheado y obliga a agachar la cabeza, comienzo a sentir malas sensaciones en el cuerpo y en las piernas.
Tengo ya, las primeras molestias en la pierna izquierda y me está costando mucho mantener el ritmo.
Decido descolgarme de la compañera de Zaragoza y centrarme en recuperar.
Al final ella llegaría sólo unos segundos por delante mío.
No estoy pasando buen momento, ese kilómetro se me va a 4'33" y todavía me quedan unos tres más para llegar hasta La Garriga y comenzar el descenso hacia Granollers.
Llego al kilómetro diez en 43'10", más de dos minutos perdidos con respecto al primer 5000....debería haber salido más tranquilo.
Nuevo avituallamiento justo antes de girar a la izquierda y entrar en La Garriga, ecuador de la carrera.
Cojo agua, bajo el ritmo y bebo, con la esperanza de que eso me ayude a recuperarme. 
Entramos ya en La Garriga a través del adoquinado de la calle del Banys.
Casi al final se encuentra el tradicional speaker que anima a los corredores e intenta nombrar todas las poblaciones de los que allí participamos.
Hay muchísimo público...una tónica general durante todo el circuito, punto este que hacen de esta prueba algo muy especial.
Giro a la derecha y, cambio de este año, nos toca subir un corto pero duro repecho hacia la Plaza del Silencio.
Para mí, en ese momento, esa rampa, supone un puyazo en todo lo alto, porque estoy pasando una crisis bastante seria y necesito urgentemente volver a tener buenas sensaciones.
Una vez "coronado" ese repecho, llegamos al Paseo, tramo largo, favorable y en el que uno puede tomar aire e intentar recuperar un poco el resuello y la moral.
Llego al "12" y mi reloj marca 4'20"....a ver si ahora, en terreno más favorable puedo volver a recuperar sensaciones.
Salimos ya de La Garriga tras una espectacular bajada en la que ves, frente a ti, a toda la marea de corredores que en esos momentos están entrando en la población.
Poco antes de afrontar el primero de los cuatro repechos que nos quedan alcanzo a un corredor del Club Atletismo Artunduaga de Basauri.
Se llama Luis Hernández y también compite en el Campeonato de España pero en la categoría M50.
Comenzamos juntos ese repecho, de unos duros, doscientos metros.
Una vez que coronamos, le miro y le digo..."¡Qué, cómo vas!"...a lo que me contesta un..."bueno...ahí vamos...¡se está haciendo duro!, si hago una hora treinta ya me doy por satisfecho".
Me dice que no conocía la carrera, así que le informo de lo que queda por delante..."de aquí a meta hay un par de repechos más, y los últimos cinco kilómetros todo bajada y a "volar"....si se puede claro"
Poco a poco, nos vamos amoldando los dos a los ritmos y vamos compartiendo carrera y conversación, que hace que el paso de los kilómetros se haga más llevadero.
A la altura del kilómetro 14, pasamos bajo un puente y las vías del tren y tras él, viene otro nuevo repecho que supone otro "pinchazo" más en las piernas.
Lo bueno de estos repechos, es que luego sabes que llega una bajada que te va a permitir soltar con un poco de alegría las piernas.
Entramos en el término municipal de La Llerona, ahí está el kilómetro 15, y en plena subida un nuevo avituallamiento.
El paso por ese kilómetro lo hago en 1h 04' 40" a nivel global...pese a todo y si no pasa nada extraño vamos a estar cerca de los sub 90'.
Salimos de La Llerona y nos dirigimos ya, en terreno favorable en busca del "16".
A su paso, el reloj marca 4'10"...vamos "mordiendo" segundos al reloj...
Ahora sí que todo lo que queda es cuesta abajo....a ver si las piernas pueden y saben responder a lo que le dicta más el corazón que la cabeza.
Llegamos a Las Franqueses y tras dejar atrás su ayuntamiento, pasamos bajo un arco que marca el kilómetro 17 , ese que nos indica que comienzan esos últimos 4000 metros llenos de público y en bajada hacia la meta.
Miro el reloj y le digo al compañero que si no pasa nada raro, vamos a estar muy cerca para bajar de la hora y media...
Él me dice que si voy bien que tire para adelante, pero ni mis piernas ni mi cabeza están para ninguna alegría mas, así que sólo pido..."virgencita, virgencita, que me quede como estoy".
Estamos en la larguísima Carretera de Ribes que nos va a llevar directamente hasta la meta ubicada al lado del Pabellón Olímpico.
Paso por el "18"...4'12"....estamos recuperando segundos respecto a la subida, sí, pero también estoy pagando el ritmo inicial y sé que ya no me quedan más cambios positivos posibles.
Voy muy justo y no sé si en algún momento mi cuerpo me va a decir un "hasta aquí hemos llegado machote"....
Si estoy aguantando este "tirón" es por la moral y ánimo que da todo ese público que no deja de jalear a todos los corredores y por este compañero que "me he echado" hoy que cuando ve que me retraso "levanta el pie" y me espera.
Últimos dos mil metros para meta...cada vez hay más público, más gritos, más ambiente, pero...también quedan menos fuerzas.
Sobre el diecinueve escucho mi nombre de boca del buen amigo y compañero Enrique que nos va adelantando por el lado derecho.
Me hace un gesto con la mano para que le siga y yo se lo devuelvo declinando "la oferta" y torciendo el gesto...no puedo dar nada más.
Toda una leyenda...
GELINDO BORDIN
Nos acercamos a un arco que indica el kilómetro 20....estamos manteniendo esos ritmos por debajo de 4'15" que para lo que llevamos en el cuerpo tanto de kilómetros como de viento en contra no está nada mal.
Ya desde ese punto se ven, al final del todo, los arcos de meta.
Se lo digo a Luis, mientras miro el reloj y veo que nos vamos a quedar muy cerca de los sub 90'...
Me levanto las gafas, aprieto los dientes e intento....intentamos echar ya lo último que nos queda dentro, mientras veo que los segundos avanzan demasiado rápidos para nuestra desesperada ilusión.
Ya estamos casi, pasamos un primer arco...un segundo y encaramos los últimos metros de la carrera cruzando esa deseada línea de meta con un tiempo de 1h 30' 27"...¡por qué poco!.
Nada más cruzar la meta nos fundimos en un sentido abrazo y le agradezco su enorme nobleza y compañerismo al haberme esperado en los momentos en los que yo casi no podía ni con la gorra.
La vida , a veces, te pone en el camino buena gente que sin conocerte de nada, te hacen volver a creer en el ser humano. 
Ojalá volvamos a coincidir en otra.
Finalizo mi 113ª Media Maratón en el puesto 866º de la general (de más de 8000 llegados) y el 41º de mi categoría a nivel nacional...como decía al principio...hay muchísimo nivel.
Me hubiera gustado hacerlo un poquito mejor e intentar "atacar" una marca menor pero, la salud de los quince días anteriores mermó cualquier posibilidad de llegar si quiera a un 80%...
Ahora toca descansar , recuperar y esperar otras nuevas oportunidades, que seguro llegarán.
Y como detalle, dejo mi pequeño momento de "gloria friki" cuando antes de la carrera me encontré en la recepción de Hotel con el mítico atleta italiano Gelindo Bordin.
Pasando totalmente desapercibido ante la mirada del resto de corredores, todo un Campeón Olímpico de Maratón (Seúl 88), doble Campeón de Europa de Maratón (Stutgart 86 y Split 90) y Bronce Mundial de Maratón (Roma 87)
Foto y momento para mi colección interior....ya sabes....en esto... no cambiaré.


"Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir lo lejos que pueden llegar" .- T.S. Eliot

















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