viernes, 30 de septiembre de 2016

LA 108ª, EN CASA Y CON SENSACIONES CASI "OLVIDADAS"

El resumen más claro de mi 108 media maratón sería algo así...el cuerpo humano es la leche.
Había trabajado la tarde del viernes hasta las diez de la noche...a las cinco de la mañana del sábado ya estaba en pie para comenzar a las seis de nuevo mi jornada laboral hasta las dos (gracias Santi por el cambio de turno y a mis compañeros del departamento de Hilo Técnico por aguantar mis "frikadas" e incluso hacer una porra para saber qué tiempo haría en la carrera).
Tras las ocho horitas de curro, llegaba a casa a las dos y cuarto...ducha, un plato de macarrones y a tumbarme un rato hasta las cuatro.
Aunque apenas durmiera, por lo menos poder descansar un poco mis castigadas piernas.
Cuando me incorporé de la cama, me dolía todo el cuerpo e incluso tenía el estómago alterado fruto del cansancio del trabajo y la falta de sueño...la cosa , a priori, no pintaba nada bien.
Habíamos quedado con Noemí Labara a las cinco menos cuarto en la Fábrica del Tiempo para una pequeña entrevista y foto de los tres corredores locales o con gran vinculación somontanesa que íbamos a participar en la media y que hemos superado las 100 medias maratones.
Para los curiosos..José María Chéliz con 76 años, correría en Barbastro su 149 media maratón, José Vicente Hernández (que a pesar de ser valenciano y en la actualidad vivir en Lérida, siempre tendrá un gran pedazo de corazón en Barbastro) con 51 años, la 136 y yo, con 41 cumplidos el mismo día, la 108....393 medias maratones entre los tres...no está nada mal.
Tras la foto y los saludos, "huyo" hacia el coche a cambiarme, porque el tiempo se nos está echando encima...el adelanto de media hora en la salida nos ha trastocado a todos los planes y queda poco margen para distracciones.
Me coloco ese dorsal 41 (por los 41 años que cumplo este día) y que pedí me asignaran a mis amigos Eduard y Enric de la empresa de chips ITER 5 y con los que me une una bonita amistad desde el primer año en que decidimos confiar en ellos para trabajar en nuestras carreras.
Una vez cambiado y mientras me dirijo hacia la zona de salida, me encuentro con David Bestué y su mujer, Ana, que va a debutar en la distancia (¡con un par!...), y me dice que si voy a ir al ritmo como en Logroño para la "hora y cuarenta" igual se viene conmigo.
En principio esa era la idea , pero, voy a intentar acompañar a Raquel hasta Pozán a un ritmo de 4'22" (aproximadamente) y luego ver lo que pasa en la bajada.
Tras la foto de grupo del Club, nos vamos hacia la línea de salida a esperar el pistoletazo.
Sigo mi ritual particular de siempre antes de cada salida y sin el cual estoy seguro de que me sentiría desprotegido.
Me estoy poniendo nervioso porque no hay forma de que el GPS del reloj se active y eso me está desquiciando.
Cinco y media de la tarde. suena el disparo, arrancamos, vuelvo a mirar mi muñeca para ver si se ha activado, pero veo que sigue buscando satélites...¡qué horror!.
El comienzo de esta carrera siempre es muy rápido...la excitación de la salida , los conocidos aplausos del público y el tramo en bajada hasta llegar a Corona de Aragón hace que se salga a una velocidad muy superior a la que debiéramos.
En el Paseo del Coso está el primer kilómetro...mi reloj sigue buscando satélites, así que no tengo referencia real del ritmo que llevamos, pero creo que es a "4' poco"...demasiado rápido, para variar.
Hasta que no comenzamos la subida por la Avenida de Navarra aquello no comienza a normalizarse y a situar a cada uno en su sitio.
Al comenzar la subida y casi, como es tradición estos últimos años, saludo con mucho cariño a mi querido amigo Eduardo Gramisel que está al lado de las "escaleretas".
Lleva varios años que, desgraciadamente, no puede correr y sabiendo lo que le duele eso y lo que supondría para él estar aquí, le dedico un gesto y unas palabras que me salen del alma...ojalá un día lo pueda volver a ver trotar., porque sé que en ese momento él será muy feliz.
Llegamos al puente de las Capuchinas y arrancamos la bajada del Silo hasta cruzar el Puente de Santa Fé donde está ubicado el kilómetro dos.
Le digo a Raquel que saliendo a la carretera estarán las bicis de acompañamiento de las chicas.
Pero al salir a la comarcal sólo veo a su marido David con la bici esperándonos y diciéndonos que, además que no hay bicicletas de acompañamiento para las chicas, ella va la cuarta.
Desde la salida había localizado a dos ilustres veteranas, Luisa Larraga y Nuria Sierra, pero no me dí cuenta que se nos había "colado" una tercera que no teníamos ninguno controlada y que vista la diferencia que ya nos saca será complicado poder alcanzar si no hay algún desfallecimiento por su parte.
Mi reloj no se activa hasta que casi alcanzamos el kilómetro tres, así que mis referencias van a ser  las que me pueda ir diciendo Raquel o cada vez que pite mi reloj, aunque difieran del punto kilométrico.
Llegamos al cruce de las bodegas, kilómetro cinco, primer avituallamiento...cojo agua y bebemos los dos...con el calor que hace, nos debemos obligar a beber en cada punto, es otra de las cosas que hay que entrenar también de cara a la maratón, beber siempre, aunque no se tenga sed.
Vamos a llegar a Castillazuelo, momento del segundo avituallamiento, y esta vez...este año va a ser especial para mi.
Paula no me va a esperar en la línea de meta, ha querido subir, junto a su amiga Martina para ver la carrera desde allí y a ella es a la que busco y llamo para que me dé ese primer botellín de agua.
Saliendo de Castillazuelo, me sale mi "vena organizativa" de tantos años y he de parar a una moto de Protección Civil para decirle que falta una valla y un voluntario en la entrada de vuelta al pueblo...que lo vaya a avisar a quien proceda para evitar que nadie se tire recto en la bajada sin pasar por la plaza.
No lo puedo evitar ,a uno todavía le quedan "ramalazos" de aquellos seis fantásticos años en la junta del Club y el amor que siento por esta carrera.
Ponemos rumbo a Pozán, momento en el que nos cruzamos a la cabeza de carrera.
Esta vez con Eliseo Martín , en primer lugar, y muy sobrado respecto a su inmediato perseguidor.
Eliseo fue este año el atleta homenajeado, aunque ya lo debiera haber sido en 2013, sino hubiera tenido que "negociar" durante meses con su mánager de entonces y que me puso las cosas imposibles..todo muy surrealista.
Entramos ya a Pozán de Vero, siendo recibidos de manera eufórica por el buen amigo (y currante) Richi que un año más le ha tocado montar la carrera como sólo él sabe.
Poco antes de entrar, le digo a Raquel que regulemos hasta que lleguemos al punto más alto de la carrera, los 417 metros que están situados en el kilómetro 10,4 , justo tras pasar la casa de otro ex presidente del Club, como es José Emilio Marcen, que está de juez de paso a la entrada del pueblo junto al primer presidente y socio número 1 del Club, Vicente Salanova....pequeños datos de nuestra historia.
Una vez alcanzado ese punto, giramos a la izquierda, bajamos una calle y de nuevo giro "a izquierdas" para pasar el arco de la Comarca y siguiente avituallamiento.
Allí es Arancha (la que fuera directora del Gran Hotel estos años atrás y junto a la que formamos con la junta del Club un magnífico equipo) la que me guarda el botellín de agua como me había prometido.
Lo recojo, bebo y el resto me lo echo por encima de la gorra para refrescar la cabeza.
Tras el pequeño parón para avituallarnos, pregunto a Raquel que como va...me dice un "así bien" que entiendo a la perfección y me alivia porque yo no estoy para mucho más...por tanto, toca mantener el ritmo y no andarse con florituras.
Para mi sorpresa, de momento me estoy encontrando muy bien y puedo ir aguantando esos ritmos entre 4'20"/4'35" que vamos manteniendo sin ninguna de esas molestias que me habían acompañado últimamente.
Ahora es el momento en el que nos estamos cruzando a todos los corredores que van subiendo, recibiendo y alentando a partes iguales a muchísimas caras conocidas, tanto de Barbastro como de fuera, que hacen que se vayan pasando esos metros sin casi darnos cuenta.
Nos estamos acercando de nuevo a Castillazuelo, donde estará ubicado a su salida el kilómetro 14.
Sabiendo del siguiente avituallamiento en el interior del pueblo, saco un gel de mi cinturón para tomarme luego,momento en el que se me engancha con la camiseta y cae al suelo.
De manera inconsciente y a pesar que David me dice que para y lo recoge él, me doy la vuelta para cogerlo y pegarme después un pequeño calentón para ponerme de nuevo a la vera de Raquel.
Entramos al pueblo, tramo de bajada antes de llegar al frontón y callejeo hasta alcanzar la plaza.
Antes del avituallamiento me adelanto un poco para poder localizar a Paula y cogerle de nuevo el agua a ella, por ello y muy a mi pesar, debo rechazar el botellín que me acerca un niño que viene corriendo hacia mí....¡lo siento!.
Veo a Paula a lo lejos, la señalo y le cojo por segunda vez el agua...¡qué orgullo!.
Ahora sí, me tomo el gel saliendo de Castillazuelo y siguiendo la tradición de muchos años, saludo a su alcalde Joaquín que siempre está en el mismo punto viendo pasar la carrera.
Cuando salimos de nuevo hacia la carretera, en una pequeña subida, siento que me vuelve la molestia en la pierna izquierda que últimamente me está acompañando.
Lo primero que me viene a la cabeza es pensar que mi labor de ayuda para Raquel va a finalizar en breves, porque tendré que aminorar el ritmo y me tendré que descolgar.
Pero, como decía al principio, el cuerpo humano es la leche y a veces te sorprende de una manera tal que sientes como se "regenera" y te hace sacar fuerzas de donde creías que ya no había.
Poco a poco, me voy recomponiendo y vuelvo a correr con normalidad.
Antes de llegar de nuevo al cruce de las bodegas, nos alcanzan dos compañeros del Club, mi tocayo estadillano Fernando Latorre y el bueno de Enrique Salazar.
Llegan a nuestra altura, les mantenemos un poco el ritmo aunque poco a poco parece que se alejan.
Otra recogida de agua en el avituallamiento de las bodegas, de nuevo beber y "remojar" la cabeza...está haciendo calor , yo, estoy empapado y todavía quedan cinco kilómetros para llegar a meta.
Cuando llegamos al 17 escucho a Raquel que dice "ya se ve la Catedral"...me alegro de oirla, porque esa es una de las frases que más he repetido año tras año a aquellos que me acompañaban en carrera y con la que siempre he tratado de motivar y hacer ver la llegada mucho más cerca de lo que realmente está.
Particularmente, a mi, verla a lo lejos me da un plus de fuerza y energía enorme.
Hemos podido alcanzar a mis compañeros y vamos juntos hasta que Enrique debe parar aquejado de unos calambres.
Lástima porque estaba haciendo una magnífica carrera e íbamos muy bien compenetrados los cuatro.
Ahora estamos llevando un ritmo muy bueno y se está notando el tramo en bajada y la cercanía de Barbastro.
Cercanía que se palpa (y nunca mejor dicho) poco antes de la entrada hacia el Puente de Santa Fé, donde hay un grupo enorme de público con muchísimos niñ@s que ofrecen sus manos para que les sean chocadas y que yo trato de corresponder con todos y cada uno de ell@s, esperando no dejarme a nadie.
Un momento así. aunque parezca que no, sí que inyecta fuerzas para encarar esos dos últimos kilómetros para meta.
Cojo de nuevo agua en el avituallamiento poco antes del puente....es más necesidad psicológica que física...que en esos momentos es casi más importante.
Una vez cruzado el puente, comenzamos ya la subida al Silo...respiro, sitúo las gafas encima de la gorra. me paso la mano por los ojos para quitar el sudor y le digo a Raquel que vamos a subir esta rampa con tranquilidad, llegar sobrados arriba y a disfrutar el último kilómetro por Barbastro.
¡Ah!..y le pido riendo que tenga piedad de mi y que no se le ocurra "atacarme" en el último kilómetro porque mis piernas y mi cuerpo ya no están para más derroches.
En mitad de la subida veo a mi buen amigo Sergio que siempre tiene palabras cariñosas conmigo y al que le devuelvo un "tú sabes que estoy aquí gracias a ti"... que él entiende perfectamente.
En la primera curva a la izquierda veo y saludo a Agus, luego a Chema con su sobrina, fiel a su cita año tras año en el mismo cruce de entrada al Campo San Juan , a Javi que está animando desde arriba del puente y con el que en quince días nos enfrentaremos a la Maratón de Budapest...
Antes de pasar bajo el puente de las Capuchinas y por tanto "coronar" la subida, llega el momento en el que como cada año cuando llego a ese punto me presigno tres veces para agradecer haber podido llegar hasta allí (16 años consecutivos)  y desear que el próximo año mi salud y mi cabeza me permitan volver a disfrutar de todo.
Para mí,uno de los instantes más emocionantes de "mi" media.
A partir de ahora ya sólo queda disfrutar y dejarse llevar por las calles de Barbastro.
Bajamos por la Avenida de Navarra donde ya está el kilómetro 20...me giro para atrás y le doy a David las gracias por el acompañamiento en carrera con la bici...él le quita importancia pero la verdad es que ese apoyo físico y moral ayuda muchísimo.
Entramos ya en el casco urbano de Barbastro, yo, me estoy encontrando genial, con unas sensaciones que hacía años que no tenía.
Procuro chocar las manos de los chavales, saludo a todos los que me animan...no dejo de "jalear" a Raquel para que disfrute de esos últimos metros.
En las calles de Barbastro, al igual que en Castillazuelo y Pozán de Vero este día, siempre hay un extraordinario ambiente, eso, a pesar de la muy considerable bajada de participación de este año ,210 llegados, (rebuscando en mis archivos y de las que yo he participado sólo en la primera que corrí en 2001 hubo menos participación (195) y estoy convencido que para volver a las cifras de los más de 500 inscritos que se mantuvieron hasta hace un par de años sólo hacen falta un par de retoques y, no precisamente volver al "pasado federado y marquista"...¡que los tiempos han cambiado!.
Y es que , de todos es conocida mi defensa a la celebración de esta media maratón en esta fecha (fin de la vendimia) y en sábado por la tarde....porque ese plus de ambiente que hay en las calles y en la meta sería impensable por la mañana...ejemplos tenemos varios.
Tras todo el callejeo de subidón por el centro, giramos a la izquierda y encaramos la última recta en subida hacia la línea de meta.
Yo, estoy enormemente feliz...sin saber con exactitud qué tiempo total llevamos por la no activación de mi GPS de salida, sé que vamos a bajar de una hora y treinta y cinco minutos, algo que me parecía impensable este año por las malas sensaciones y dolores que he tenido.
Metros antes del último arco veo que la familia de Raquel ya tienen a su hija preparada para que entre con su madre en meta.
Aminoramos el ritmo para que la pueda coger, le doy la mano y la impulso un poco para que entre delante de mí en la línea de meta..
Increíble...a pesar del cansancio físico, mental y la falta de confianza que últimamente tenía en mí, acabo mi 108ª Media Maratón en el puesto 36º con un tiempo de 1h 33' 08" a una media de 4'25"...(por cierto, sexto clasificado del Club...) y con sensación de haber podido dar más...orgulloso del trabajo y de cómo han respondido estos cuatro huesos.
Tras la llegada y como él hace siempre, esperamos junto a mi tocayo Fernando Latorre al bueno de Enrique que llega roto y llorando....hoy, sólo fue un mal día para él..volverán a llegar mejores, ¡seguro!.
Extraordinario "ensayo" para la Maratón y excelente manera de celebrar mi cumpleaños de la forma que me gusta...sin grandes "fastos" y disfrutando de algo que me llena...no necesito más.
Finalizó Barbastro , ahora , todas las vistas están puestas en esos 42195 metros en Hungría, pero, si las piernas y el corazón me respetan espero poder seguir escribiendo esta "especial" historia mía muchos años más.
Gracias por las fotos a:
Arancha Buera, Gemma Davias, Noemí Labara, Hugo Loriente, Manuel Salanova , Antonio Solano y VIVIR SOMONTANO.
"Es más valioso un gramo de acción que una tonelada de intención"




jueves, 15 de septiembre de 2016

LA 107ª EN "MODO MARATÓN"

Hasta Logroño nos desplazamos cuatro compañeros del Club para participar por primera vez en "su" Media Maratón de septiembre , ya que a la tradicional de siempre del mes de mayo ya había acudido un par de veces en los años 2009 y 2014.
De los cuatro, Pablo sería el valiente que haría la distancia de Maratón, el resto la media maratón...Enrique a disputar y Javi y yo a hacer un primer test previo antes de Budapest.
Poco antes de las siete de la mañana del domingo sonaban los dos despertadores de Javi en nuestra habitación del Hotel Murrieta., cercano a la zona de salida/meta.
Bajamos a desayunar a un bar al lado que habíamos visto con buena pinta la víspera y en el que se produce una curiosa mezcla de "parroquianos".
Chavales que vienen de fiesta, peregrinos de Camino de Santiago, gente "normal" y nosotros,corredores...cada uno a lo suyo.
Tras el desayuno, regresamos a la habitación para cambiarnos.
Ha salido un día soleado y una temperatura muy agradable, ideal para ponerse de corto y tirantes.
A las ocho y media hemos quedado los cuatro bajo la estatua del General Espartero, en el Paseo del Espolón para la foto de equipo y al momento nos vamos a trotar un poco por la zona para hacer un "chequeo" de los cuerpos.
Poco antes de las nueve de la mañana, y tras la despedida con Javi y Pablo, nos situamos con Enrique en el segundo cajón de salida.
El buen amigo peruano me quiere tentar para que vaya con él junto al globo de 1h30', algo que desecho desde el primer momento.
Primero, porque sé que no estoy para ir a esos ritmos y segundo, porque hoy mi objetivo es hacer una tirada de 21 kilómetros al ritmo que querría llevar el día de la maratón.
Llega la cuenta atrás y comenzamos la prueba, en mi caso la que supondrá la 107 media maratón en mi bagaje particular.
Tras salir del Paseo del Espolón giramos hacia la Gran Vía en la que se van a desarrollar los dos primeros kilómetros de la carrera que los paso en 4'35" y 4'40" respectivamente.
Esos son los ritmos en los que quiero y debo ir...intentar hacer la media maratón sobre la "horacuarenta" y sobretodo que la acabe sobrado y no justo y con mal sabor de boca como me había pasado en las últimas.
Primer puesto de avituallamiento en el kilómetro 5, 23'12" tiempo de paso.
Cojo agua , aminoro un poco para poder beber y tragarla, es muy importante entrenar también esto de cara a la maratón, sobretodo no dejar pasar ningún puesto de avituallamiento sin hidratarme.
El circuito no es del todo llano, hay algún que otro repecho que hace bajar el ritmo pero como mis pretensiones son las que son, no me obsesiono para nada, sólo quiero no sufrir.
No voy en ningún grupo en concreto, durante algunos kilómetros voy metido en el que va la segunda clasificada de maratón, pero en un avituallamiento aquello se descompone y cada uno seguimos a lo nuestro.
De momento me estoy encontrando muy cómodo, sigo manteniendo los ritmos entre 4'35" y 4'50", pasando el kilómetro 11 (un poquito más de la mitad de la prueba) en 52'38".
En el 12 me aparece esa incómoda compañera que últimamente me está trayendo de cabeza, esa molestia en la pierna izquierda, esa "pata de ganso" que me dice mi fisio Javi, que me la deja medio bloqueada y con sensación de adormilamiento.
Mi cabeza se activa en seguida...."que no cunda el pánico, esto sabes como controlarlo, baja un poco el ritmo y se pasará".
Al final, con un poquito de cabeza y tranquilidad consigo que en poco más de un kilómetro haya prácticamente desaparecido y que vuelva a correr con normalidad.
Llego ya al kilómetro 15, pasándolo en un tiempo total de 1h 09' 57".
Es el momento de tomarme un gel Biofrutal, no por necesidad en ese momento, ya que no estoy muy desgastado, sino por entrenar la toma y la digestión de cara a la maratón.
Al revés que en las últimas medias que había corrido, me estoy encontrando mucho mejor ,  voy adelantando a corredores que lo están pasando mal y eso hace que me motive.
El paso por el 17 es en 4'30" y me siento con fuerza para apretar más y bajar bastante el tiempo que me había prefijado.
Poco antes de llegar al 18 alcanzo a un corredor local del equipo Club Maratón Rioja , que lleva dorsal de maratón.
Un conocido suyo del público le anima diciéndole que "sólo" le falta un poco más de la mitad, a lo que él le contesta que ya lleva veintiocho kilómetros.
Yo, me quedo extrañado y le pregunto que como es posible, a lo que me responde que él ha salido sobre las ocho de la mañana para hacer una tirada larga de 32 kilómetros, ya que en un mes va a correr la Maratón de Amsterdam y que acabará con la media maratón.
Como voy con "tiempo de sobra", decido quedarme con él y hacernos compañía esos últimos cuatro kilómetros hasta meta, compartiendo nuestros entrenamientos, objetivos e ilusiones.
Da gusto encontrarse con alguien que hable tu "mismo idioma", con experiencia y sentido común.
Los tiempos de paso se van esos últimos cuatro mil metros por encima de cinco minutos, pero están siendo tan gratificantes y tan cómodos que en cuanto me quiero dar cuenta estamos girando a la derecha para encarar la recta de meta en el Paseo del Espolón, tras haber pasado un último kilómetro muy bonito por estrechas calles adoquinadas por el centro histórico de Logroño.
Choco las manos de los chavales que las ofrecen y cruzo la meta de mi 107ª Media Maratón en el puesto 146º de más de 700 inscritos con un tiempo de 1h 39' 43" a una media de 4'42" y con unas sensaciones excepcionales al acabar, con "hambre" de kilómetros en las piernas para continuar, que es lo que buscaba.
Nos despedimos con el compañero del Club Maratón Rioja con un abrazo y deseándonos mutua suerte para esas maratones internacionales a las que nos mediremos en poco más de un mes.
Ha sido muy gratificante encontrar su compañía.
Ahí, tras la meta está también el fiel compañero Enrique, para recibirme con un abrazo.
Él, una vez más ha hecho una magnífica carrera rozando la "horatreinta".
Tras el avituallamiento, nos reunimos con Javi que llega un poco después y regresamos al hotel a por la ducha.
Con Carles Castillejo, Campeón de España de 5000, 10000,
Media Maratón y Maratón, ademas de haber participado en
tres Juegos Olímpicos
Ahora, toca seguir acumulando kilómetros y en quince días, si Dios quiere, correré mi 108ª media maratón, la que será la 16ª consecutiva en casa, el día en que cumpliré 41 añazos ya y en la que, a priori, volveré a intentar rodar con los mismos ritmos y las mismas sensaciones que hoy.
Queda ya para el recuerdo un buen fin de semana por Logroño con los compañeros del club y con la satisfacción de haber podido saludar de nuevo a buenos amigos como Vane , Julio, Rafa, Carles y Chema...así da gusto.
Finalizo la décima semana de preparación para la maratón acumulando ya más de 500 kilómetros en estas castigadas piernas.
Todavía...o sólo, me quedan cuatro más para llegar a ese deseado 9 de octubre en Hungría.

"No hagas lo que los demás hacen...haz lo que los demás quisieran hacer y no se atreven"











lunes, 5 de septiembre de 2016

10K BINEFAR...COMIENZA LA CUENTA ATRÁS

Por tercer año consecutivo,  varios compañeros del Club (diez concretamente) nos desplazamos hasta Binéfar para correr su carrera de 10  kilómetros el sábado por la tarde.
La temperatura...36º..."ideal" para pegarte un buen calentón por dentro y por fuera, así que había que intentar tomar todas las precauciones posibles para evitar un golpe de calor.
Yo, en cuanto acabó la etapa de la Vuelta por la tele, me metí en la ducha para refrescarme un poco, porque la sensación de agobio era insufrible.
Este 10K es el comienzo de un último mes previo a la Maratón de Budapest que va a ser intenso en lo que a pruebas se refiere. A los diez de Binefar, se unirán las medias de Logroño y Barbastro que serán ya test serios de cara a los 42195 metros húngaros.
Necesito volver a centrar cuerpo y cabeza, recuperar la ilusión y perder el miedo a la distancia larga y a los dolores que me "noquearon" el año pasado en mi camino hacia la Maratón de Málaga.
En Binéfar mi objetivo era una vez más, hacer, o por lo menos, intentar, hacer de liebre de Raquel, aunque , mi estado no es el de hace un año ni de lejos.
Y el objetivo para ella, conseguir la segunda plaza, ya que estando la campeonísima Nuria Sierra por allí y "vestida de guerra" iba a ser una "batalla" poco menos que imposible.
Vamos para la zona de salida, "lorenzo" le está pegando sin piedad, lo que presagia una carrera muy dura.
Nos deseamos suerte con el resto de compañeros y amigos y a las siete y media en punto suena el disparo de salida, arrancando y "picando" para arriba por la Avenida Lérida.
La idea es ir a una media de 4'12", 4'15" el kilómetro aunque tengo clarísimo que eso no será así de "regular"....será por la experiencia.
Todo el primer kilómetro es en suave pero constante subida menos los últimos doscientos metros hasta que se llega al cruce con la carretera de Binaced, en el que se hace más exigente.
El reloj suena, le echo un vistazo y veo que marca 4'03".
Ahora comienza una larga bajada por la calle Almacellas, hasta una rotonda, donde incrementamos el ritmo, pasando el kilómetro 2 en 3'57".
Tras el giro de la rotonda, cojo agua en el avituallamiento, va a ser imprescindible hidratarse bien en cada punto para bajar la temperatura corporal como sea.
Pasamos el kilómetro tres en 4'13" y estamos rebasando a corredores, incluso que están participando en el 5K que van totalmente fundidos.
Hasta el kilómetro 4 de regreso por la misma avenida, es todo en subida, lo que hace que el ritmo baje y el único aliciente sea llegar a la tienda de "Muebles Rey" que es donde se "corona".
Lo pasamos en 4'23", informo y le digo de intentar "soltar" un poco las piernas en el tramo de bajada y recuperar algo de aliento.
Al principio es así pero al paso por la Plaza de España y posterior recta de meta donde hay muchísimo ambiente, el ritmo se incrementa de manera instintiva.
Llegamos al arco de meta, kilómetro 5, que lo pasamos en tiempo parcial de 4'07" y tiempo total de 20'37", está muy bien.
Antes de cruzar el arco ,nos cruzamos con Nuria que es la cabeza de carrera femenina que nos debe sacar un minuto aproximadamente, está bien la diferencia , pero es impensable poder alcanzarla, es una súper clase y para ella está siendo un rodaje sin más presión.
De nuevo, agua en el avituallamiento...mismo ritual...coger botella, vaciar un poco, darle a Raquel, luego,beber yo, y acabar vertiéndomela por la gorra para refrescar un poco ya que voy medio "pajarito" por culpa del calor.
Le digo que regulemos, que queda mucho y que la tercera clasificada viene mucho más atrás....y bueno, sinceramente, yo, si me "pide mas caña", me veo acabando casi andando.
El paso por el 6 lo hacemos en 4'32", este pequeño respiro me ha venido bien y en cuanto comenzamos la larga recta en bajada hacia la rotonda, me pongo de nuevo a tirar.
Pasamos los arcos de agua que han situado a mitad de camino y que algo ayudan y alcanzamos ya el kilómetro 7.
Tiempo de paso, 4'13", hemos vuelto a lo que nos habíamos marcado.
Una vez girada la rotonda comenzamos de nuevo esos casi dos kilómetros en subida que esta vez, sé que me van a hacer "pupa" en las piernas.
Punto kilómetro 8, en 4'24", y queda lo más duro hasta llegar a la tienda de muebles que decía antes.
Allí, en el cruce está ubicado el kilómetro 9...donde pasamos con un tiempo de 4'30"...¡qué largo se me ha hecho!.
Quedan sólo los últimos mil metros, ya en bajada, llano y con mucho público, así que pese a que he llegado justísimo hasta allí, me lanzo a tirar con lo que me queda y hasta donde pueda.
Encaramos los últimos 500 metros en la larga recta de meta, mi "motor" ya no da para mas.
Raquel tira para adelante , está mucho más fuerte, me quedo un par de metros, ya ni mis piernas, ni mi cuerpo van a poder responder, pero aún así intento "agarrarme".
Los últimos metros y merced a que sale su hija a recibirla, puedo llegar tras ella, y cruzar la meta en el puesto 22º de la general con un tiempo de 42'17" y a una media de 4'14" (lo previsto al inicio).
Por cierto, el último kilómetro salió a 3'54", para alucinar.
Nada más acabar, necesito ir a por agua, hidratarme , sentarme y recuperar algo porque he acabado empapado y agotado, como hacía tiempo, totalmente k.o,
Sin tiempo para "distraerme" más, me toca regreso rápido a Barbastro, porque a las diez de la noche me tocaba ir a trabajar....esto de los turnos es lo que tiene...al revés del mundo.
Y mientras, seguimos el camino (ya sólo un mes) para la Maratón de Budapest, en la que mi único objetivo es disfrutar el viaje, la carrera y la compañía.
Siguiente estación...Media Maratón de Logroño, prueba de "fuego" para mis dolencias y donde espero volver a poder a saludar a muy buenos amigos.
"Las mentiras corren carreras cortas, pero las verdades corren maratones" Mickael Jackson